La BIOS empieza a ejecutarse al arrancar el ordenador. Solo así puede funcionar el dispositivo. Este software es pequeño, pero extremadamente importante; pues hace que se cargue el otro software y soluciona así un interesante problema: para que el ordenador inicie el sistema operativo, debe haber otro software que dé la orden. La BIOS se encuentra en un módulo de memoria independiente de la fuente de alimentación y, por lo tanto, empieza a funcionar prácticamente durante el arranque. Por lo tanto, da las instrucciones para iniciar el sistema completo.
Como, por norma general, los usuarios habituales no deben entrar en la BIOS, acceder a esta no es fácil. El programa solo está diseñado para iniciar el sistema operativo real y todos los componentes necesarios. Por esto, los fabricantes diseñan la BIOS de forma que solo se puede acceder a ella durante unos segundos en el arranque. Cuando el ordenador está arrancando, aparece en la pantalla un mensaje que indica qué tecla se debe pulsar para entrar en la BIOS. Normalmente, se dispone del tiempo necesario hasta que aparece la pantalla de inicio del sistema operativo propiamente dicho.