Para imaginarse cómo funciona un bot, lo más fácil es compararlo con un robot físico. A diferencia de este último, no consta de piezas de maquinaria como tornillos, tuercas, placas y cables, sino de código. El código contiene los comandos e instrucciones que le indican al bot cómo comunicarse activa o reactivamente con usuarios humanos, sistemas u otros bots.
El diseño de los bots puede ser muy simple, pero en los bots modernos también se implementan códigos complejos e inteligencia artificial, con lo que, a veces, apenas pueden distinguirse de una persona en las redes sociales. Hoy en día, programar un bot está al alcance de cualquiera, incluso el más profano, gracias a las numerosas herramientas e interfaces existentes en línea diseñadas para crear bots simples y complejos. Por ejemplo, Twitter te ofrece la opción de crear tus propios chatbots para tuitear, retuitear y dar me gusta.
El siguiente fragmento se ha extraído del código de un chatbot. En este ejemplo, el bot se basa en el lenguaje de marcado AIML, basado en XML, que suele utilizarse para programarlos.