La inteligencia artificial del RankBrain clasifica las búsquedas en la medida en que convierte aquellos datos que ya le son conocidos en hipótesis y generalizaciones y las aplica a cada respectiva entrada. Su comportamiento cambia debido a que es alimentado constantemente con nuevos datos. Así, Google ya no trabaja con actualizaciones semanales realizadas a partir de una medición humana, sino que se basa en los cálculos en tiempo real de los sistemas de aprendizaje automático. El hecho de que anteriormente los algoritmos eran en parte identificables y que ahora la inteligencia artificial se caracteriza por su dinamismo y personalización, dificulta en gran manera el SEO.
A continuación explicamos con unos conceptos básicos el papel de la inteligencia artificial en el SEO. Algo que todo especialista en SEO debería tener en mente es que, a diario, la inteligencia artificial adquiere conocimientos sobre la calidad de páginas web que seguramente aplicará a futuros rankings partiendo de las experiencias e indicaciones del usuario. Google sabe dónde hacen clic los usuarios, qué enlaces utilizan, cuánto tiempo permanecen en una página y qué probabilidades hay de que reaccionen a los anuncios. Los siguientes consejos pueden resultar de gran ayuda para el SEO:
1. Las user signals son muy relevantes. Ya no se trata solo de clics, sino también del tiempo de permanencia o, como indican algunos estudios, de las señales sociales. En este aspecto son decisivos cuatro factores:
- Time on site: tiempo promedio de permanencia en un sitio.
- Bounce rate: la tasa de rebote incluye tanto las visitas cortas a un sitio como aquellas en las que el usuario solo abre una de las páginas.
- Click Through Rate: la tasa de clics es la frecuencia con la que los usuarios pinchan en banners publicitaros o enlaces patrocinados.
- Social Signals: las señales sociales son Likes, Shares y comentarios sobre una página web o sus contenidos.
2. Semántica antes que palabras clave. Originariamente, el RankBrain se desarrolla para comprender mejor las búsquedas más largas o desconocidas hasta entonces. Como resultado, Google interpreta cada vez mejor el lenguaje cotidiano y la intención detrás de este. Por lo tanto, el SEO ha desplazado su enfoque hacia la semántica más que hacia el clásico keywording. En otras palabras, para una buena clasificación en los motores de búsqueda, la calidad y la pertinencia del contenido de una página web son cada vez más relevantes.
3. Google reconoce la satisfacción del usuario. Google evalúa las señales del usuario y, por lo tanto, clasifica la calidad del sitio con mayor precisión en comparación a como lo hacían los algoritmos antes del RankBrain. Por esto, es más importante que nunca asegurar un alto nivel de usabilidad para el usuario. La velocidad de la página también es crucial para la satisfacción y retención de los usuarios. Algo que resulta de especial importancia es el menú de navegación, pues tanto el usuario como la IA deben ser capaces de ubicarse fácilmente. En pocas palabras, la perfección en los contenidos y en la técnica se demanda por igual.
4. Incluye a todos los departamentos de tu empresa en los esfuerzos de marketing online. Cuanto más grande sea una empresa y mayores esfuerzos invierta en su presencia online, mayor será su equipo de profesionales en marketing, SEO, redes sociales y managers UX. Quien desee innovar o responder apropiadamente a los cambios de la inteligencia artificial, tiene que unir fuerzas.
Aunque los rankings son cada vez más flexibles, la buena noticia es que la optimización en motores de búsqueda no cambia mucho. Por ejemplo, el uso excesivo de palabras claves ya no es considerado como la única medida de éxito del SEO. Lentamente, y cada vez más, la industria se ha ido enfocando en la satisfacción del usuario y concentrándose en que su grupo objetivo disfrute y visite su web con la mayor frecuencia posible.