Las aplicaciones del edge computing surgen normalmente del entorno de IoT y son, al igual que el concepto de una arquitectura de nube descentralizada, todavía un proyecto de futuro. Un importante estímulo de crecimiento para la tecnología del edge computing es la creciente demanda de sistemas de comunicación que puedan actuar en tiempo real. La gestión de datos descentralizada se considera una tecnología clave para los siguientes proyectos:
- Comunicación entre vehículos car-to-car
- Redes eléctricas inteligentes
- Fábricas inteligentes
Los connected cars o vehículos conectados en el futuro serán más que coches con acceso a Internet. La movilidad del futuro promete sistemas de alerta temprana albergados en la nube y basados en una comunicación car-to-car, e incluso vehículos con conducción totalmente autónoma. Tales servicios requieren una infraestructura que permita el intercambio de datos en tiempo real entre los vehículos y los puntos de comunicación en la trayectoria.
También la red eléctrica del futuro será adaptativa, gracias a sistemas de gestión energética descentralizados que le permitirán adaptarse automáticamente a las fluctuaciones de potencia. En el ámbito de la transición energética, las redes eléctricas inteligentes se están convirtiendo en una tecnología clave. Y es que el cambio a las energías renovables supone nuevos desafíos para las redes eléctricas. Las cargas eléctricas ya no han de conectarse a unos pocos generadores grandes, sino a muchos generadores pequeños, descentralizados y con capacidad de almacenamiento. Estos últimos se convierten parcialmente, gracias a paneles solares, en generadores de energía. Así, las redes inteligentes no solo transportan la electricidad, sino también los datos para generarla, almacenarla y consumirla. Esto permite a todas las partes implicadas reaccionar en tiempo real a los cambios. El objetivo es mantener la estabilidad de las redes eléctricas pese a esta creciente complejidad y hacerlas más eficientes regulando la carga. Para registrar, guardar y gestionar los volúmenes de datos que eso conlleva en el menor tiempo posible, se necesitan nuevos conceptos de nube como el edge computing y el fog computing.
Se denominan fábricas inteligentes a las instalaciones de producción y sistemas logísticos que se organizan por sí solos y que en el mejor de los casos no requieren intervención humana. Una fábrica inteligente es un sistema de dispositivos, máquinas y sensores conectados que se comunican a través del IoT para gestionar los procesos de producción. El sistema de comunicación de una fábrica inteligente incluye también el producto acabado, de manera que puede reaccionar automáticamente a la oferta y a la demanda. Gracias a los sistemas de IA y al aprendizaje automático se pueden automatizar los procesos de mantenimiento y la optimización de la producción. Para ello se necesita una infraestructura informática que analice grandes volúmenes de datos y reaccione inmediatamente ante eventos inesperados. Los sistemas de nube convencionales presentan el problema de la latencia. Las arquitecturas de fog y de edge computing resuelven el problema con la distribución de la gestión de datos.