gRPC cuenta con numerosas ventajas: la tecnología es fácil de aplicar, ya que, al crear los archivos .proto, emplea un IDL sencillo, fácil de aprender. Con él, incluso los programas anticuados pueden ampliarse con una potente interfaz gRPC, de forma que puedan transmitir archivos grandes notablemente más rápido.
gRPC ha sido probado en múltiples ocasiones y es fácilmente escalable, por lo que también se puede aplicar en comunicaciones más complejas y amplias, p. ej., en estructuras cliente-servidor interconectadas a nivel global. Aquí, HTTP/2 no solo aumenta la eficiencia gracias a la multiplexación y el streaming bidireccional, sino que también permite comprimir los encabezados para reducir el volumen de datos de las solicitudes y respuestas en la red de manera notable.
La estructura en capas, fuertemente estandarizada, del framework gRPC permite reducir el esfuerzo de programación. De esta forma, los desarrolladores pueden centrar toda su atención en la aplicación de los métodos. Si se requieren adaptaciones, los programadores y desarrolladores de sistemas puedan aprovechar el acceso libre al código fuente.
Además, los Protocol Buffers y los compiladores Protobuf permiten una comunicación que trasciende las fronteras: los sistemas operativos diferentes, los componentes dispares de estructuras cliente-servidor y los lenguajes de programación diferentes ya no representan un problema. Así, un software escrito en C puede comunicarse con un software de Java, por ejemplo. Hoy en día, hay disponibles compiladores Protobuf para un gran número de lenguajes, p. ej., para C#, C++, Go, Objective-C, Java, Python, Node.js, Android Java, Swift, Ruby y PHP.
La flexibilidad de gRPC representa otra ventaja. También se puede usar para el intercambio de datos de microservicios o de aplicaciones móviles que comparten sus datos con servidores. Más ventajas: el protocolo permite la aplicación de tecnologías modernas de seguridad. gRPC cuenta con una autenticación integrada y fomenta el uso deSSL/TLS para la autenticación y la codificación del intercambio.
En la otra cara de la moneda, actualmente, las pruebas de las interfaces gRPC todavía cuentan con mucho margen de mejora. Los mensajes gRPC codificados con Protobuf no son legibles sin ayuda técnica. Por lo tanto, al analizar el tráfico de datos y, sobre todo, en la localización y solución de errores (debug) hay que usar instancias adicionales para transmitir el código de forma legible para detectar los errores. La interconexión de estructuras cliente-servidor distribuidas implica más desventajas. Al conectar ordenadores a través de largas distancias, gRPC está mucho más expuesto que un sistema local. Depende de una red estable y potente y de que la red, el tráfico de datos, los protocolos de transmisión y el cliente y el servidor no se conviertan en presa fácil de los hackers. Otra desventaja es que gRPC no es compatible con el multicasting.