Cryptomining: significado, función y peligros

El cryptomining se refiere a la “minería” y a la verificación de las monedas digitales mediante la cual la potencia de cálculo se remunera en criptomonedas. La minería gestiona los procesos de transacción para garantizar la correcta liquidación de las criptomonedas. Pero ¿merece realmente la pena el cryptomining?

Cryptomining: la fiebre del poder digital

Desde que se lanzó el software bitcoin por primera vez en 2009, un fantasma llamado cripto ha estado rondando el mundo financiero. Al margen de los estados y los bancos, las criptomonedas digitales pueden ser generadas en Internet por cualquier usuario para ganar dinero real. No obstante, en el mundo de las criptomonedas, la pregunta que surge rápidamente es: ¿qué es el dinero real? Las criptomonedas pueden pagarse como monedas físicas a través de intermediarios, pero a diferencia del oro, no representan un valor real y físico. Entonces, cuando se trata de cryptomining, ¿qué se está minando?

Alexis C. Madrigal, escritor de The Atlantic, estableció una acertada comparación en su artículo “Bitcoin Mining Turns Electricity Into Money” (2018), pues llevó la metáfora de la fiebre del oro más allá: el cryptomining convierte la electricidad en dinero. Así que aquellos que tienen acceso a un hardware potente, mucha capacidad de procesamiento y electricidad barata tienen el mejor equipo a mano, como los mineros de oro en su día, y están en la mejor posición para tener éxito en el cryptomining. Para situar la criptominería y la electricidad en su contexto: la criptominería representa actualmente el 0,5 % del consumo mundial de electricidad, lo que la convierte en un auténtico devorador de energía.

¿Qué es el cryptomining?

El cryptomining es un proceso informático descentralizado para procesar, asegurar, verificar y sincronizar todas las transacciones relacionadas con las criptomonedas. Los criptomineros pueden publicar y procesar las criptotransacciones a través de la minería en solitario, así como en los pools de minería, proporcionando potencia de cálculo para las complejas tareas computacionales que se necesitan. De hecho, las transacciones deben ser autorizadas primero por los mineros para ser completadas mediante la resolución de rompecabezas numéricos con ordenadores de minería. Como recompensa por el “proceso de minería”, los mineros reciben cripto. En un pool de minería, la recompensa se distribuye proporcionalmente según las capacidades de cálculo de cada miembro.

Las dos piedras angulares del cryptomining son la cartera electrónica de los mineros, en la que reciben los pagos de criptomonedas, y el blockchain, que recopila las transacciones en una lista. Las transacciones se enumeran en bloques (“block”), se encadenan (“chain”) mediante peer-to-peer y se verifican linealmente a través de “valores hash” únicos. Así, los mineros documentan los bloques de transacciones encadenadas en el libro de operaciones de la cadena de bloques virtual. El valor de la potencia de cálculo del minero se indica mediante una unidad de medida llamada hashrate o hashpower, que representa la potencia de cálculo disponible para resolver una operación de minería. Cuanto mayor sea el hashrate del minero, mayor será el valor hash de las criptomonedas y la recompensa por el cryptomining.

¿Cómo funciona el cryptomining?

En esencia, la minería de criptomonedas no es más que un montón de ordenadores resolviendo rompecabezas numéricos digitales, consumiendo mucha energía en el proceso y generando valor de esta manera. Los criptomineros, a diferencia de los mineros de oro, no se ensucian las manos, ya que se limitan a proporcionar el hardware y el software mientras los ordenadores hacen el trabajo real.

La confirmación y contabilización de las transacciones en la cadena de bloques funciona como se explica a continuación:

  1. Equipamiento: los mineros necesitan una cartera electrónica y hardware y software de minería para realizar las funciones hash para el cryptomining. Para ello se suelen utilizar tarjetas gráficas/procesadores, granjas de minería en la nube o hardware de minería especial llamado ASIC. Los ASIC ofrecen una potencia de minería significativamente mayor en comparación con las GPU/CPU tradicionales.
  2. Posicionamiento: los mineros pueden utilizar la minería privada de Bitcoin o el cryptomining en la nube. Los mineros pueden minar solos, unirse a un grupo de máquinas de minado conectadas, o utilizar potentes granjas de minado a través de un proveedor de minado en la nube.
  3. Minado: en la minería, el ordenador verifica la autenticidad de las criptotransacciones rastreando los bloques de operaciones recién creados y documentándolos como hashes encriptados en la cadena de bloques si coinciden (prueba de trabajo). El rastreo de nuevos bloques puede compararse con la resolución de rompecabezas en los que se calcula la moneda respectiva. El proceso de minería difiere según la criptomoneda.
  4. Recompensa: los mineros reciben una recompensa en forma de tasa de transacción por los hashes añadidos a la cadena de bloques y por generar nuevas criptomonedas. Sin embargo, la recompensa solo se obtiene si los mineros son los primeros en añadir un hash a la cadena de bloques.

¿Para quién es adecuado el cryptomining?

La idea del inventor de Bitcoin, Satoshi Nakamoto, era crear una moneda descentralizada, internacional y transparente que fuera accesible para todos y no estuviera controlada por instituciones financieras ni naciones. El cryptomining está abierto a todos los usuarios con acceso a Internet, siempre que posean el hardware y el software necesarios. Aunque minar criptomonedas solía ser rentable, hasta cierto punto incluso para los mineros individuales, esos días ya han pasado. Las criptodivisas son ahora el objetivo de millones de mineros. En diez años, el valor de Bitcoin se ha multiplicado por 60 000.

Lo que al principio parecía un campo de juego igualado se ha convertido en una carrera armamentística de potencia de cálculo y electricidad. Cualquiera que quiera ganar dinero con el cryptomining necesita un equipo potente, ya que la minería es cada vez más difícil y requiere más tiempo. Por tanto, la minería solo es lucrativa cuando se realiza en grandes redes informáticas interconectadas o granjas mineras. Los mineros en solitario tendrán que invertir sumas considerables para comprar equipos de alta calidad.

Una de las razones por las que la minería requiere cada vez más recursos es el número de criptomonedas en circulación. Como el valor de la moneda disminuye con el número de unidades monetarias, el valor de la moneda se reduce regularmente a la mitad. Como resultado, se requiere el doble de esfuerzo de minería. Por tanto, los mineros solo pueden mantener la minería de las criptodivisas más codiciadas mediante un consumo de energía favorable y una gran potencia de cálculo.

¿Qué equipo necesitan los criptomineros?

Además de la cartera electrónica obligatoria o de una cuenta para recibir pagos de criptomonedas, los criptomineros suelen requerir hardware de minería en forma de microchips de minería ASIC o piscinas de minería o granjas de minería.

GPU y CPU

Si quieres minar sin un hardware de minería especializado, necesitas un ordenador con una muy buena tarjeta gráfica (GPU) o un potente procesador (CPU). Para una minería rentable y rápida, se necesita una tarjeta gráfica potente, ya que permite alcanzar hashrates significativamente mayores.

Mineros ASIC

Incluso con la mejor CPU/GPU, la minería rara vez tiene sentido sin un minero especial dotado de tecnología ASIC. Los mineros ASIC, como Antminer para Bitcoin, ofrecen una tecnología de microchips diseñada específicamente para los procesos de minería. Un minero ASIC se conecta a un router a través de la LAN y se configura a través del navegador. Suele estar equipado con una fuente de alimentación y no requiere hardware adicional. El coste de un dispositivo puede oscilar entre 100 y 4000 dólares. Hay que tener en cuenta que el minero ASIC tiene un alto hashrate, es decir, puede crear muchos hashes por segundo. Al mismo tiempo, cada vez circulan más monedas resistentes a los ASIC.

Pools de minería

Puede ser más lucrativo unirse a un pool de minería o colaborar con otros para formar un pool de minería. La minería colectiva, la capacidad de computación agrupada y las recompensas distribuidas según la capacidad de computación hacen que incluso los usuarios semiprofesionales puedan dedicarse a la minería profesional. El requisito previo para unirse a un pool es un buen hardware (por ejemplo, un minero ASIC).

Granjas de minería

La minería alojada es especialmente recomendable. En este caso, se utilizan los servicios de un proveedor de minería con la capacidad informática necesaria para la minería. El servicio también supervisa la administración y la configuración. Por regla general, los proveedores de minería utilizan granjas de minería con centros de datos especialmente equipados para la minería.

¿Qué criptomonedas son más fáciles de minar?

La criptomoneda más fácil de minar depende del equipamiento del usuario o de cuánto esté dispuesto a invertir. Además, el valor y la demanda de la moneda están sujetos a fluctuaciones, lo que significa que una moneda que es lucrativa hoy puede no valer mucho mañana.

Si quieres minar desde casa y sin mucha configuración, en la mayoría de los casos necesitarás un minero ASIC, ya que la potencia de procesamiento o la tarjeta gráfica de los ordenadores portátiles o PC convencionales apenas son suficientes. Sin embargo, hay monedas que han sido creadas para bloquear el hardware de minería y que pueden ser minadas desde casa. Las personas que desean minar en grupo suelen tener más opciones para elegir.

A continuación, presentamos tres altcoins resistentes a la ASIC para la minería simple.

Monero

Monero es una criptomoneda anónima que evita el hardware ASIC especial y es adecuada para los ordenadores domésticos. Solo necesitas un monedero electrónico como el Monero GUI y un software de minería como MultiMiner, Binance o Bitfinex.

Zcash (ZEC)

Zcash es una criptomoneda que hace énfasis en la privacidad y las transacciones privadas. Utiliza el algoritmo de minería Equihash, que se supone que es resistente a la ASCI y a las redes de bots y hace posible una minería rentable para los usuarios particulares.

Ethereum

Ethereum es otra blockchain resistente a los ASIC que se opone a la minería automatizada en forma de granjas de minería y redes de bots. Así que, si tienes una GPU o una CPU potente, la minería de Ethereum puede ser rentable para los mineros en solitario.

¿Cuáles son los peligros del cryptomining?

El cryptomining plantea algunos peligros. La minería ilegal, su impacto medioambiental y el comercio en el mercado negro son algunas de las amenazas.

Minería ilegal

El cryptomining ilegal abarca las herramientas de minería en línea, como Coinhive, y los programas maliciosos que acceden a los recursos informáticos de otras personas. Las herramientas/programas de minería infectan páginas web o utilizan páginas web preparadas para agotar la potencia de la CPU de los visitantes de la página mediante comandos Java. El malware de minería, a su vez, utiliza el principio de cryptojacking, que introduce el malware en los ordenadores a través de páginas web infectadas o descargas para reservar su CPU casi por completo (entre el 75 y el 100 por cien) para el cryptomining. En la mayoría de los casos, los ordenadores infectados se convierten automáticamente en parte de una red de bots de minería.

Impacto medioambiental de la minería

Además de las amenazas del malware, el cryptomining a gran escala supone un riesgo medioambiental. A medida que aumentan las demandas de hardware y potencia de cálculo, también lo hace el consumo de energía de los procesos de minería de tipo granja. Aunque no se dispone de cifras concretas, según un estudio de la Universidad de Cambridge y la AIE, el cryptomining consume alrededor de 127 teravatios hora anuales (a partir de 2021) y tiene un consumo energético anual equivalente al de Holanda, que tiene una población de 17 millones de habitantes. Se prevé que solo la minería en China consumirá 297 teravatios-hora de electricidad en 2024 y supondrá 130,5 millones de toneladas de emisiones de CO2.

Mercado negro y economía

La comparación del consumo energético del cryptomining con el de los pequeños países industrializados no es infundada. Las grandes explotaciones mineras dependen de los precios baratos de la energía, que suelen estar disponibles en los países más pobres. Así, los altos beneficios de la minería se generan a expensas de las naciones económicamente más débiles y de las poblaciones más pobres. Al mismo tiempo, el uso de criptodivisas como pago en el mercado negro debilita aún más las economías.