Ya hemos explicado la teoría pero, en la práctica, ¿qué aspecto tiene el buen diseño UX? Comienza por preguntarte qué caracteriza a tu empresa o a tu oferta. ¿Has definido tu identidad corporativa o cuentas con una guía de estilo que incluya las pautas de diseño de tu empresa? Ambas estrategias sirven como base fundamental para implementar nuevas medidas. De esta forma te beneficias del trabajo previamente realizado y garantizas que todos tus canales de comunicación gozan de una apariencia unificada y formal. Esto ayudará a que tus usuarios te reconozcan y recuerden, de la misma forma que prevendrá errores en el diseño de tus proyectos.
A continuación, deberás preguntarte qué deseas lograr con tu página web o aplicación. ¿Cuáles son los deseos y necesidades de tu público objetivo? ¿Qué espera tu audiencia de tu producto? Un buen diseño UX siempre se ajusta a un grupo específico. Esto es lo que permite que tus visitas tengan una experiencia perfecta. Por ejemplo, la página web de un grupo de heavy metal gótico tendrá que diseñarse de manera muy diferente a la web de una fábrica de porcelana. En consecuencia, el user experience design solo funciona para un público específico, cuyos gustos deberás conocer de antemano. Para ello necesitarás realizar pruebas, encuestas o incluso estudios de audiencia a gran escala sobre los cuales puedas crear buyer personas.
Concéntrate en lo esencial: un diseño excesivo y extravagante no es eficaz, distrae y puede resultar irritante. En cambio, un buen user experience design es sobrio, simple y claro. Una página web también tiene que contar con espacios vacíos que permitan al ojo humano procesar el contenido. Un diseño sobrecargado abruma rápidamente al usuario. Es recomendable planificar y ofrecer suficiente espacio entre el texto, las imágenes y los elementos de navegación, especialmente para no perder espacio valioso por una mala gestión del espacio.
Aprende a coordinar los colores, las fuentes y la disposición de tu contenido entre sí. El diseño UX debe evitar inconsistencias de estilo. Los usuarios se pueden agobiar rápidamente si se enfrentan constantemente a nuevas combinaciones de color o a distintos tipos de letra. Además, un user experience design inconsistente siempre da una apariencia poco seria. En este caso también es relevante considerar los intereses del público objetivo.
Una vez se han aclarado todos los aspectos estéticos, el siguiente paso será optimizar la accesibilidad y la usabilidad. Una buena experiencia de usuario desconoce la carga lenta, conduce al usuario rápidamente a su destino y pone a su disposición las funciones más importantes de forma rápida y directa. En lugar de colocar menús anidados, hoy en día tabú, vale la pena diseñar un recorrido intuitivo que permita a los usuarios familiarizarse fácilmente con tu software o página web.
Recuerda que, a pesar de tus esfuerzos de optimización para lograr un diseño UX elegante, es común que los usuarios sin mucha experiencia fallen en cuestiones fundamentales. Como consecuencia, es fundamental que no te concentres solamente en la concepción de las funciones más importantes, sino también en ofrecer un servicio de asistencia integral. Para este propósito puedes crear un botón central de ayuda, con el cual los usuarios podrían ser guiados paso a paso a través de las diferentes funciones de la aplicación o redirigidos hacia una enciclopedia donde buscar y encontrar los términos y funciones más importantes. Un foro, un formulario de contacto o incluso una línea telefónica para consultas, contribuirán a una buena experiencia de usuario.