Hasta el cambio de milenio, los ordenadores venían equipados con una unidad de disquete. En aquella época, este soporte de datos almacenaba menos de 3 megabytes (MB). A finales de la década de los noventa, 3 MB se consideraban aún una cantidad de datos grande. Hoy en día no son suficientes: apenas alcanzan para guardar una foto.
En la actualidad, los usuarios almacenan cantidades mucho más amplias de forma local en su ordenador, en su smartphone, en discos duros externos, en memorias USB o incluso sin ningún hardware con los proveedores en la nube. La capacidad de estos soportes de almacenamiento suele superar ampliamente los 1000 MB. Para que las cantidades de datos, cada vez mayores, sigan siendo legibles en números, también se necesitan unidades de información más grandes. Los petabytes son los indicadores de capacidad en las unidades centrales y en los centros de servidores actuales. Tarde o temprano, este tamaño también reflejará la capacidad de los medios de almacenamiento habituales en la vida cotidiana. Te explicamos en detalle qué son los petabytes.