Para llegar a ciertos grupos de destinatarios, como a las personas entre 18 y 29 años, es necesario utilizar redes como Instagram, YouTube o Pinterest. Por lo tanto, tener presencia en estos medios determina el éxito de las ventas. Si bien las páginas web y las tiendas online son necesarias para la transacción real, cada vez es mayor el flujo de visitantes que acceden a los productos vendidos desde las redes sociales (y no necesariamente a través de Google).
La venta en Instagram va muy unida a los valores de exclusividad y proximidad. Es por esto que se recomienda trabajar siempre con contenido individual, para lo que vale la pena realizar una optimización constante. Algunos anuncios de Instagram todavía pueden verse un año o dos después debido a los buenos resultados que generan.
Dirigir a los usuarios a través de las imágenes es un método muy útil, sobre todo si se tiene en cuenta que más del 90 por ciento de toda la información que llega a nuestro cerebro es de naturaleza visual. Si se añade movimiento o sonido, el mensaje permanece en la memoria aún más tiempo. Por eso los vídeos funcionan mejor que las fotos y las fotos funcionan mejor que el texto, que desempeña un papel subordinado en la plataforma. Si quieres vender a través de Instagram, tener esta información presente es muy importante.
Para cumplir con los altos estándares visuales de Instagram, puede ser útil trabajar con fotógrafos y productores de vídeo profesionales, al menos en las primeras etapas de un canal o durante una campaña de marketing. Más tarde, cuando la empresa disponga de suficientes conocimientos técnicos, se podrán producir historias, fotografías y vídeos en la propia empresa.