Si quieres utilizar Raspberry Pi como un web server, debes ser consciente de que el hardware tiene ciertas limitaciones. El ordenador ofrece peor rendimiento en comparación con el que puedas obtener en un proveedor web al uso. Para el alojamiento de páginas web complejas (por ejemplo tiendas online o páginas con contenidos dinámicos), Raspberry Pi también presenta ciertas limitaciones, al igual que para las páginas web que tienen muchos visitantes. El escaso ancho de banda de la conexión a Internet supone otro de los obstáculos en el uso de Raspberry Pi como servidor web.
Sin embargo, el Raspberry PI web server sí es apto en algunos campos de aplicación: este se puede emplear como servidor local con conexión a Internet o utilizarse en una red corporativa. Con él se pueden testear páginas web que estén online o alojar páginas web completas de pequeña envergadura que tengan un número reducido de visitas. Asimismo, también se puede gestionar una nube propia o configurar programas para la domótica (control de luces, calefacción, etc.).
Otra de las ventajas de un Raspberry Pi como web server es la disminución degastos corrientes que conlleva, ya que este necesita tanto una conexión a Internet como a la electricidad, pero esto no sobrepasa, en general, los 5 W. De este modo, el gasto por un funcionamiento continuo del servidor web será, prácticamente, insignificante. Además, los gastos de adquisición de los componentes requeridos son mínimos.