El display del terminal es el que, en definitiva, determina siempre el espacio disponible para visualizar los contenidos. Solo entre los smartphones, las diferencias de tamaño y resolución ya son considerables y lo son aún más si observamos la diversidad de tablets disponibles hoy en el mercado. Y aun cuando el diseño de una aplicación para Android o iOs se ajusta automáticamente al tipo de pantalla escalando los elementos de la aplicación en función de la interfaz del usuario, el layout como tal permanece inalterable, lo que puede conducir con facilidad a una representación inadecuada del contenido de la aplicación.
Es lo que ocurriría, por ejemplo, con una composición ideada para la pequeña pantalla de un iPhone, solo en casos excepcionales indicado también para el formato, de mayor tamaño, de un iPad, pues si no se ajusta al formato de tablet más habitual, los botones podrían mostrarse desmesuradamente grandes. Lo mejor sería, por consiguiente, crear una versión para tablets, ya que, en este caso, un app layout adecuado suele contar con botones proporcionalmente más pequeños, aprovechando el espacio ganado para mostrar otro tipo de contenido.
Crear varias versiones del layout para resoluciones y tamaños variables se ha convertido, de esta forma, casi en una obligación en el campo profesional del diseño de aplicaciones. Muchas aplicaciones ya disponen de tres o más variantes, por lo menos si se han consolidado en el mercado o aspiran a ello. Sin embargo, el desarrollo de versiones diferentes conlleva, naturalmente, más trabajo.
No olvidemos un aspecto capital de la visualización de las aplicaciones como es la rotación de la pantalla propia de los smartphones y tablets, que permite alternar la orientación vertical y horizontal, a la que la vista del contenido debería ajustarse de forma automática. Para esto, nuevamente es necesario un nuevo app layout. El número de composiciones que requiere una aplicación depende de cada proyecto, pero conviene recordar siempre que un formato inadecuado tiene consecuencias negativas para la usabilidad.