A pesar de hablar del final del lead management, el proceso no puede darse todavía por concluido. El lead management en particular, pero también los modelos de lead nurturing y de lead scoring, están en continua evaluación, lo que da lugar a un proceso continuo.
Tanto el controlling como los análisis juegan, en este sentido, un papel esencial, ya que muestran en qué punto del proceso de compra sigue habiendo demanda y dónde se pueden interceptar más clientes potenciales con mejores medidas. Si se crea un aparato para la automación del marketing, su base serían las herramientas de lead management modernas.
Con programas como HubSpot, Pipedrive o Teamgate se pueden organizar todas las acciones. Mientras que los datos de los diferentes canales pueden incorporarse en una plataforma central, los leads pueden segmentarse y permanecer accesibles para ambas partes, es decir, tanto en lo que concierne al marketing como a las ventas. De este modo resulta más sencillo establecer reglas inequívocas de lead routing.
Al final, el gran reto consiste en encontrar el equilibrio perfecto entre automatización y personalización. Si se haya la manera correcta de dirigirse al público objetivo y el contenido adecuado para la concepción de las campañas, ya puede ponerse en marcha la estrategia de gestión de leads. Así, las empresas consiguen establecer relaciones comerciales fructíferas y mantener un contacto continuo con los clientes nuevos y los ya existentes.