Recuerda: quien decida convertirse en curador de contenidos, tendrá que ocuparse de ello permanente y consistentemente. Un medio que publica información obsoleta o artículos ocasionales no va a generar nuevos lectores. No es un secreto que estos quieren estar plenamente informados. Por lo tanto, un curador de contenidos debe estar actualizado y conseguir fuentes que sean amables y de interés para sus lectores.
Difundir y no solo citar
Curar contenidos no solo significa recolectarlos, sino también editarlos. Las dos razones principales para ello son, en primer lugar, llegar a los lectores con algo más que un enlace en la pantalla (algo que claramente ya hacen todos los motores de búsqueda), añadiendo valor a sus publicaciones a través de, por ejemplo, comentarios, comparaciones y extensiones. Por otro lado, y como se mencionó anteriormente, incluir contenido propio es importante para el ranking en Google y otros motores de búsqueda. Con sus algoritmos, estos últimos intentan separar la información valiosa de la superflua, así como detectar el irrelevante y penalizado contenido duplicado. Recuerda: es importante que además de compartir contenido ajeno, también publiques artículos propios.
Los 5 tipos de curación de contenidos
La difusión de contenido de terceros puede ocurrir de diferentes maneras. La forma más fácil es compartir algún tipo de información (página web, blog, infografía y vídeo) y comentarlo. Otra es crear artículos en los que la pluralidad de contenidos desempeñe un rol importante. En general, la curación de contenidos tiene lugar como:
- Aggregation: se resumen los contenidos más importantes sobre un tema en un único artículo. Las listas como, por ejemplo, “El top 10” son los mejores ejemplos de la agregación de contenidos.
- Distillation: el proceso de destilación de contenidos hace referencia a la reducción de un contenido compartido a sus ideas principales. El propósito es presentar los contenidos de tal forma que los lectores entiendan el sentido sin mayor esfuerzo.
- Elevation: aquí, los curadores buscan imponer una tendencia. Esto se logra con un flujo constante de contenidos curados. Las listas con enlaces actualizados constantemente son una buena manera de elevar uno u otro tema.
- Mashup: con los mashups se borra la delgada línea entre la curación y la creación de contenidos. Aquí, se implementan diferentes perspectivas y contribuciones para crear nuevos contenidos. El resultado es una mezcla de textos propios, citas y paráfrasis.
- Chronology: este aspecto hace referencia al tratamiento cronológico de un tema. El objetivo es reflejar la historia de las opiniones, desarrollos e ideas. Aquí también es posible crear contenidos propios, pero este se basará fuertemente en citas y referencias.
Lo mejor de todo, y como con la mayoría de las estrategias de marketing online, es sacar el mayor provecho a cada una de las herramientas disponibles. Es importante que no pierdas de vista el principal objetivo: informar y entretener a tus usuarios.
Citar vs. plagiar
A pesar de las numerosas ventajas que ofrece la curación de contenidos, hay un aspecto que tiende a ser una pesadilla para muchos: son las personas sin escrúpulos que creen que pueden robar, plagiar y apropiarse de ideas en Internet. Un verdadero curador de contenidos procede de manera diferente. Por motivos éticos y de privacidad es lógico que no está permitido apropiarse del contenido ajeno. Además, desde el punto de vista técnico del marketing, es altamente recomendable especificar las fuentes y medios de contacto con los autores, fotógrafos, diseñadores gráficos y vídeobloggers. La comunidad online aprecia la transparencia en Internet y los lectores agradecen que se les presentan las referencias adecuadas, pues de esta forma pueden conocer temas nuevos y emocionantes.
Adicionalmente, al citar a otros creadores de contenidos es muy probable que se establezca una red de contactos. En un escenario ideal, todo curador de contenidos contacta a los autores que quiere citar y solicita su autorización. Sin embargo, por razones de tiempo esto no siempre es posible y, en muchos casos, tampoco es necesario. La citación es permitida incluso si no se tiene la autorización expresa del autor, siempre y cuando se especifique claramente la fuente, las citas no sean muy largas y el contenido no se implemente en el contexto equivocado. Por lo general, casi ningún autor rechaza una oportunidad para afianzar su reputación y generar enlaces hacia su web.
Las redes sociales también facilitan el proceso de notificación a los autores del contenido. En Facebook o Twitter es muy sencillo vincularse con las personas y, al mismo tiempo, informarles al respecto. Así, lo más probable es que los autores actúen como multiplicadores y que, a cambio, quieran distribuir, enlazar o comentar los contenidos curados. En el mejor de los casos se convertirán en seguidores y comenzarán también a compartir tus propios contenidos, garantizando un incremento en los enlaces hacia tu proyecto online.