¿Qué es el caching? Todo sobre el almacenamiento en caché

El caching crea copias de los archivos y los almacena temporalmente. Esto permite un acceso más rápido, lo cual resulta muy ventajoso para las aplicaciones web.

¿Qué es el caching?

Las páginas web son cada vez más sofisticadas y, aunque los dispositivos que utilizamos también son cada vez mejores, se necesitan métodos que agilicen la navegación. Uno de estos métodos es el caching. Gracias al caching, el contenido de las aplicaciones web se almacena en caché durante la visita. Si un usuario vuelve a abrir la misma aplicación más tarde, los datos estarán disponibles de forma casi inmediata. Esta tecnología acorta los tiempos de carga considerablemente, permite que los datos estén disponibles mucho más rápido y resulta muy ventajosa para el SEO.

Con el caching suelen almacenarse de forma temporal en un servidor distintos elementos (archivos HTML, JavaScript, CSS o imágenes), que se vuelven a recuperar si se vuelve a visitar la página. El almacenamiento puede tener lugar en el hardware o con la ayuda de software. Si el caching está configurado correctamente, los visitantes tienen un acceso mucho más rápido a toda la información que desean. En definitiva, este método aporta enormes ventajas, especialmente para las páginas web que se visitan con regularidad.

¿Cómo funciona el caching?

El caching es el proceso de copiar ciertos datos de una página web a una caché. Cuando abres una página web, tu navegador almacena diversos contenidos de esa página en tu dispositivo o en un servidor. Esto ocurre en segundo plano y, solo buscándolo de forma activa, sabrás qué contenido se almacena. Si cierras la pestaña o ventana del navegador, los datos permanecerán intactos. Sin embargo, si vuelves a visitar la página más tarde, el navegador cargará los datos almacenados desde la caché, lo que hará que los tiempos de espera sean mucho más cortos.

No obstante, no solo las páginas web hacen uso del caching. Las aplicaciones locales y los motores de búsqueda también utilizan este método para ofrecer a los usuarios una mejor experiencia. En la mayoría de los casos, los datos almacenados solo pueden conservarse de forma temporal, ya que las cachés son más pequeñas. Por esta razón, los archivos están dotados de un límite de tiempo. Una vez transcurrido este plazo, el archivo se elimina automáticamente de la caché para dejar espacio a los nuevos archivos. Si la caché está muy llena, es posible vaciarla manualmente para evitar bloqueos y restricciones.

¿Qué ventajas ofrece el caching?

El caching ofrece numerosas ventajas, motivo por el que esta función está tan extendida. Si se hace correctamente, las ventajas superan con creces los inconvenientes.

Mejor experiencia de usuario

El objetivo del caching es proporcionar un acceso mucho más fácil y rápido a las páginas web y las aplicaciones. Esto tiene ventajas para las dos partes implicadas. Para los usuarios, significa que toda la información que desean estará disponible mucho más rápido, lo que hace que el acceso sea más cómodo. Por su parte, los proveedores se beneficiarán de la satisfacción de sus visitantes y podrán así, en muchos casos, registrar un mayor número de visitas. Algunos contenidos pueden estar disponibles incluso cuando una página web tiene problemas o se ha caído.

Rendimiento

Para los proveedores, el caching también aumenta enormemente el rendimiento de la aplicación. El acceso más rápido a los datos lleva a una menor carga del servidor y, por tanto, a una reducción de los costes totales. Además, la carga del backend se reduce, lo que a su vez minimiza los tiempos de carga, así como el riesgo de caída.

Descarga

El caching supone, pues, una descarga fundamental para las páginas web y las aplicaciones. Esto es muy importante cuando muchos usuarios acceden a una página al mismo tiempo. El uso del caching ayuda a procesar mejor el volumen de visitantes. Con el caching, incluso aquellas subpáginas con más afluencia de visitantes pueden funcionar de forma más eficaz.

¿Cuándo se necesita el caching?

En Internet, el caching es un elemento muy importante para conseguir tiempos de carga considerablemente más rápidos y, por tanto, a usuarios más satisfechos. Por lo tanto, es recomendable la optimización web en este sentido. Si gestionas una página, puedes analizar los tiempos de carga, la clasificación en los motores de búsqueda y otros parámetros y sacar conclusiones para una estrategia de caching adecuada. La función es también una forma fácil y rápida de optimizar WordPress para conseguir tiempos de carga más cortos. Existen también numerosos plugins de caching para WordPress.

¿Qué tipos de caching existen?

Las tres formas más comunes de utilizar el caching para una página web son las siguientes:

Caching de navegador

Con este método, ciertos datos de una página web se almacenan en el dispositivo final del visitante y pueden recuperarse desde allí cuando se vuelve a visitar la página web. Como gestor, puedes seleccionar qué información debe almacenarse a través del caching. Los usuarios pueden gestionar ellos mismos los datos de su memoria y borrarlos si es necesario. Esto minimiza la carga del servidor. Este sistema es muy beneficioso, sobre todo para las páginas web de mayor tamaño con gran número de visitas.

Caching de CDN

Con este tipo de caching, los datos se almacenan temporalmente en diferentes servidores. Una CDN (Content Delivery Networks) ayuda recuperar y entregar la información almacenada. Las CDN distribuyen los datos en una estructura de servidores para poder entregarlos aún más rápido si es necesario. Esta distribución es muy útil cuando son muchos los usuarios que quieren acceder a una página al mismo tiempo. También tiene un efecto positivo en el posicionamiento de las páginas web en los motores de búsqueda.

Caching de página

Para las páginas web que tienen problemas con su infraestructura, el caching de página puede suponer un pequeño alivio. Con este método, se almacena una copia de seguridad de la página y se pone a disposición a través de la caché de Google, incluso si la propia página web tiene problemas y ciertos contenidos se muestran defectuosos o directamente no se encuentran disponibles. El operador puede definir en el backend qué elementos deben guardarse y durante cuánto tiempo. Sin embargo, este método no es el más recomendado para páginas web cuyo contenido se actualiza diariamente.