La plataforma de contenedores OpenShift se utiliza principalmente para construir entornos de aplicación y desarrollo. Esto permite implementar soluciones PaaS, SaaS y CaaS propias de la empresa. Debido a la potencia y complejidad del software, OpenShift se utiliza principalmente para proyectos de larga duración de grandes organizaciones.
Entre los usuarios de OpenShift se encuentran instituciones gubernamentales y de investigación a nivel nacional, así como empresas con actividad internacional, como bancos y compañías de seguros. Todos los grupos de usuarios mencionados se benefician de las implantaciones en la nube híbrida. El despliegue a través de los límites de la nube privada y pública permite alojar partes de la infraestructura según los requisitos de las normativas locales.
Otro aspecto importante que habla a favor del uso de OpenShift es su alto nivel de seguridad. Evitar las intrusiones informáticas y las fugas de datos es esencial para las grandes empresas internacionales. Las brechas de seguridad pueden provocar un daño permanente a la imagen de la empresa y cuantiosas pérdidas económicas.
Las funcionalidades incluidas en OpenShift permiten flujos de trabajo de desarrollo rápidos. Esto conduce a una reducción radical de los tiempos de desarrollo sobre el terreno; los equipos de software internos pueden gestionar cómodamente sus recursos por sí mismos e impulsar continuamente el desarrollo.
Si una empresa utiliza una de las ofertas disponibles de Managed OpenShift, elimina la necesidad de administrar servidores y sistemas operativos. En lugar de preocuparse por las actualizaciones y las copias de seguridad, la empresa puede centrarse en lo esencial: innovar y crear valor para los clientes.
Evidentemente, OpenShift no es adecuado para las pequeñas empresas o los desarrolladores particulares. Para atender sus necesidades, es mejor recurrir a una de las alternativas a OpenShift o alternativas a Kubernetes.