Kubernetes vs. Docker

¿Una competición por el liderazgo del sector de contenedores? ¿Kubernetes vs. Docker? Sí y no. Docker ha sido revolucionario con su desarrollo de la tecnología de contenedores, abriendo, gracias a la virtualización con paquetes cerrados en sí mismos (los contenedores), un nuevo abanico de posibilidades para el desarrollo de software. Kubernetes, por su parte, suplió la necesidad que surgió a partir de esa nueva forma de trabajar, y es que, si se utilizan muchos contenedores, también hay que administrarlos de forma eficiente. Eso es precisamente lo que hace Kubernetes, pero siempre basándose en Docker u otros servicios de contenedores.

Docker ofrece además su propia herramienta de orquestación: Docker Swarm, que presenta al usuario herramientas similares a las de Kubernetes. La competencia, por lo tanto, se produce en realidad entre Kubernetes y Docker Swarm.

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Kubernetes y Docker en combinación

Kubernetes es una aplicación para orquestar (o gestionar) contenedores. No obstante, el programa no crea los contenedores en sí, sino que necesita para ello una plataforma de contenedores. Docker es, con diferencia, la plataforma más conocida de este tipo, pero también existen alternativas. Kubernetes recurre a las herramientas de contenedores ya existentes y las integra en su propio flujo de trabajo. De esta manera, los contenedores creados con Docker u otra herramienta similar se pueden usar en Kubernetes, que utiliza la orquestación para gestionarlos, escalarlos y moverlos.

Kubernetes garantiza que todo funcione como se desea y también se encarga de reemplazar los puntos nodales que se puedan colapsar. Por lo tanto, usando Kubernetes y Docker al mismo tiempo, se suele conseguir un entorno de contenedores robusto.

Si bien Kubernetes trabaja también con otras plataformas de contenedores, Docker se ha convertido en la más popular por muchas razones. No solo porque Docker haya dado a conocer la virtualización de contenedores, sino también porque Kubernetes y Docker tienen objetivos similares. Además, ambos están respaldados por una fuerte comunidad open source. La interacción de ambos funciona tan bien que Docker puede adquirirse en pack junto a Kubernetes, incluso a pesar de que Docker tiene su propia herramienta de orquestación en el mercado.

Nota

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Docker Swarm vs. Kubernetes

Aunque Kubernetes y Docker trabajan de maravilla juntos, cuando se trata de Swarm sí hay competencia. Docker funciona con ambas herramientas y puede incluso alternar entre ellas, pero Docker Swarm y Kubernetes no pueden combinarse, de forma que el usuario a menudo tiene que decidirse entre la más popular, Kubernetes, o la herramienta de Docker, Swarm.

La estructura de ambas es en principio muy similar, tan solo cambia el nombre de los distintos elementos. El objetivo de ambas aplicaciones también es idéntico: gestionar contenedores de forma eficiente y usar los recursos de la forma más económica mediante escalación inteligente.

Las ventajas de Swarm se hacen presentes en la instalación. Gracias a que la herramienta es parte de la familia Docker, el proceso transcurre sin dificultad. Mientras que, con Kubernetes, primero es necesario configurar la orquestación (lo cual sin embargo no es especialmente difícil), con Swarm ya está todo disponible. Ya que en la práctica casi siempre se trabaja por defecto con Docker, no hace falta familiarizarse con las particularidades de un programa nuevo.

Kubernetes, por su parte, puede presumir de interfaz gráfica de usuario (GUI) propia. El panel de control de la aplicación no solo ofrece una buena visión general de todos los aspectos del proyecto, sino que también permite realizar numerosas tareas. Con Docker Swarm, en cambio, esto solo puede conseguirse usando programas adicionales.

Otro punto fuerte de Kubernetes es el repertorio de funciones que ofrece. Mientras que Swarm requiere medios adicionales para monitorizar y hacer funcionar los logs (registros), en Kubernetes estas tareas han sido previstas y las funciones correspondientes están incluidas en el repertorio.

La principal utilidad de ambos es, sin embargo, la escalación y la garantía de disponibilidad. Docker Swarm tiene por lo general una mejor reputación en materia de escalación debido a la complejidad de Kubernetes, que conlleva ciertas dificultades. Esa misma complejidad, sin embargo, permite realizar mejores escalaciones automáticas con Kubernetes. Además, este tiene la gran ventaja de supervisar constantemente el estado de los contenedores para compensar enseguida cualquier fallo.

Por su parte, Swarm realiza un mejor balanceo de carga (load balancing): el reparto igualitario de la carga está garantizado con Swarm. Con Kubernetes, en cambio, hay que resignarse a un proceso más complejo: primero hay que transformar despliegues (deployments) en servicios para luego poder aprovechar el reparto de la carga.

Comparación directa: Kubernetes vs. Swarm

Para que puedas decidir qué herramienta se adapta mejor a tus necesidades, hemos comparado Docker Swarm y Kubernetes según los aspectos más relevantes para el usuario.

  Kubernetes Docker Swarm
Instalación Instalación fácil y flexible Integrado en el entorno Docker
Manejo Panel de control intuitivo, pero con comandos propios La GUI solo está disponible por software. El funcionamiento es el normal en Docker.
Escalación Escalación algo compleja Escalación muy rápida
Monitorización Integrada en el programa Requiere software adicional
Balanceo de carga Posible por vía indirecta Parte del concepto
Disponibilidad Supervisa el estado y compensa los fallos Alta disponibilidad gracias a los servicios adecuados