Windows suele ejecutar las actualizaciones automáticamente e instalarlas en paralelo. En ocasiones, este puede ser el problema, así que prueba a ejecutar las actualizaciones una tras otra. Procede de la siguiente manera:
Paso 1: Abre el menú “Actualización y seguridad” a través de la configuración de Windows y ve a “Opciones avanzadas” en la parte inferior.
Paso 2: Desactiva el botón deslizante de “Recibir actualizaciones para otros productos de Microsoft al actualizar Windows”.
Paso 3: Inicia la actualización.
Si ninguna de estas posibles soluciones ayuda, a veces es necesario restablecer Windows 10. Sin embargo, ten en cuenta que todos los datos, programas y configuraciones instalados y guardados se perderán, así que guarda todos los archivos importantes de antemano. Un método menos radical es restablecer a un punto de restauración previo, si se tiene activada esta función. Para ello, ve a “Sistema y seguridad” > “Seguridad y mantenimiento” > “Recuperación”. Esto restablece Windows a un punto anterior en el tiempo, lo que también elimina los archivos de actualización defectuosos. A continuación, vuelve a iniciar la actualización.