La página web corporativa es la tarjeta de presentación en Internet de toda empresa y, por lo tanto, la base de cualquier estrategia de marketing online. A pesar de que la importancia de las webs corporativas ha disminuido con el auge de las redes sociales, se mantienen todavía como un elemento fundamental a la hora de presentar, exhibir y extender la presencia de una empresa en Internet. Los esfuerzos detrás de una web corporativa son muchos y, en la mayoría de casos, estos no terminan cuando la página ha sido puesta en marcha. Una vez online, todo administrador o propietario de una web tiene que trabajar en ella, cuidando sus contenidos y utilizándola como instrumento de comunicación. Mantener una web actualizada y con contenidos innovadores no solo crea un incentivo para sus visitantes, sino que también envía una señal a Google de que sus contenidos son actuales y relevantes, y que, además, está siendo gestionada hasta la fecha.
Por supuesto, no es necesario que una pequeña panadería cree una página web utilizando un gran gestor de contenidos y una gran base de datos. A menudo, los blogs son una buena alternativa para pequeñas empresas, sobre todo en el sector gastronómico.