Un servidor virtual privado puede considerarse una solución intermedia entre compartir un alojamiento y el alquiler, generalmente a un precio más elevado, de un servidor dedicado, y es que la idea que sustenta a este modelo de alojamiento es, precisamente, ofrecer al usuario un espectro de funciones lo más amplio posible a precios competitivos.
La virtualización de sistemas informáticos en un sistema de alojamiento común resulta, para un proveedor, mucho más sencillo de realizar que poner a disposición de cada uno de los usuarios componentes separados de hardware. Gracias al encapsulamiento, se consigue una mayor independencia para cada uno de los sistemas alojados, de forma que cada servidor virtual funciona de forma aislada respecto a los otros sistemas, activos en paralelo en el mismo hardware.
En general, la cantidad de recursos de hardware puestos a disposición de cada VPS por el hipervisor suele estar ya definida, de forma que cada usuario tiene garantizado un cierto rendimiento mínimo. En el caso de que uno de los sistemas paralelos no esté usando algunos recursos, es posible que aumente el rendimiento de un servidor virtual por encima del mínimo garantizado, ya que el hipervisor distribuye los recursos que no se utilizan entre el resto de sistemas.
Cada servidor VPS dispone de un sistema operativo propio, motivo por el cual los fallos de configuración o los ataques de malware solo dañan al sistema operativo afectado, de la misma forma que los procesos defectuosos en un servidor tampoco afectan al resto de servidores compartiendo el mismo hardware.
La administración de un servidor virtual privado, al permitir al usuario un acceso raíz completo, es indudablemente más compleja que en un alojamiento compartido, en el cual es el proveedor de alojamiento el que se ocupa de la configuración básica y de la gestión de actualizaciones.
Frente a un servidor dedicado, un Virtual Private Server también tiene algunas desventajas en cuanto a las limitaciones en el uso de hardware, así como en relación con los recursos de red. Todos los servidores virtuales alojados en un mismo sistema utilizan un número determinado de tarjetas de red y de conexiones LAN, que normalmente no se corresponde con la cantidad propia de los VPS.
Un modelo de alojamiento técnicamente parecido es el del alojamiento en la nube, por el cual se factura en función del uso del espacio.