Actualmente, Kubernetes desempeña un papel importante en el desarrollo de software, especialmente en los proyectos que requieren agilidad. El ciclo de desarrollo, comprobación y despliegue (y todos los pasos intermedios posibles) se simplifica mediante la orquestación de contenedores. Kubernetes facilita el traslado de contenedores de una fase a otra, automatizando muchas operaciones.
El grado de escalado es un factor importante, especialmente cuando se alquila espacio de almacenamiento externo en la nube. Para ahorrar costes, Kubernetes aprovecha al máximo los recursos y, en lugar de mantener en funcionamiento las máquinas que no se necesitan actualmente, Kubernetes puede liberarlas, utilizarlas para otras tareas o, simplemente, dejarlas inactivas, lo que reduce los costes. Gracias al escalado automático, Kubernetes se ocupa de no utilizar más recursos de los que realmente necesita de manera totalmente autónoma. Por el otro lado, también es importante la rapidez con que puede escalarse: cuando se lanza un software por primera vez, a veces no es posible predecir cómo evolucionará. Para garantizar que el sistema no se colapse en caso de que aumente mucho la demanda, Kubernetes puede proporcionar instancias adicionales rápidamente.
Otra ventaja de Kubernetes es que permite vincular varias plataformas entre sí sin ningún problema. Por ejemplo, es posible implementar la solución en una nube híbrida, estableciendo una parte del sistema en los propios servidores locales y la otra, en un centro de datos remoto, es decir, la nube. Esta opción, a su vez, aumenta aún más la escalabilidad; por lo general, si necesitas más recursos, puedes reservarlos a través del proveedor de la nube de forma rápida y directa.
Finalmente, Kubernetes también ayuda a los desarrolladores a realizar el seguimiento. Cada contenedor está claramente marcado y, además, el usuario obtiene información sobre el estado de todas las instancias. Al mismo tiempo, Kubernetes incluye un control de versiones, que permite instalar las actualizaciones a posteriori. En general, la publicación de actualizaciones es una de las grandes ventajas del sistema, porque las nuevas versiones se pueden implementar de tal modo que no se produzcan tiempos de inactividad. Para ello, los pods se cambian poco a poco, en lugar de todos a la vez. Esto se aplica tanto a la versión de prueba interna como a las nuevas versiones para usuarios finales.
Como Kubernetes configura de forma independiente muchos aspectos de la orquestación, se evitan muchos inconvenientes propios del proceso. Por ello, a grandes rasgos, se considera que Kubernetes es un sistema seguro, pues rara vez se producen errores y, si en alguna ocasión, un pod no funciona como se había planeado, el maestro de Kubernetes detecta el fallo y lo soluciona.