Podman vs. Docker es una batalla injusta, ya que la herramienta más antigua tiene una cierta ventaja, aunque sin el soporte de Red Hat parece estar condenada a desaparecer. Hay buenas razones para ello, especialmente en cuanto a la seguridad; mientras Docker lleva mucho tiempo intentando ponerse al día en este aspecto, estas deficiencias se han subsanado desde el principio con Podman. La ausencia de un daemon centralizado y la mejor protección resultante de ello podrían convencer tarde o temprano incluso a los administradores más escépticos. Sin embargo, ni siquiera Podman se libra de tener errores; todavía necesita resolver algunos problemas. Si se resuelven estos pequeños problemas con éxito, Podman ganará a Docker por un margen estrecho.
Muchos defensores de Docker tendrán que cambiar tarde o temprano, ya que van a dejar de tener soporte. No obstante, pueden optar por una alternativa a Kubernetes con la que se pueda seguir usando Docker. Con todo, debido a la gran similitud de las dos soluciones de contenedores y a los esfuerzos de Red Hat Linux por establecer a Podman como su sucesor, es muy probable que este cambio salga adelante.