Todo aquel que haya guardado un archivo en su ordenador alguna vez, conoce ya el llamado file storage (también, file level storage, file based storage) o almacenamiento de archivos (o también a nivel de archivos o basado en archivos). En este sistema de almacenamiento, los archivos se depositan en la ubicación deseada del disco duro. En este método, hay dos factores que son decisivos, tanto en el PC local como en los servidores de una empresa:
- Archivos: todos los datos se guardan como archivos completos.
- Jerarquía: los archivos se ordenan en una estructura de carpetas y se accede a ellos a través de una ruta.
Al contrario de lo que ocurre en el almacenamiento en bloques, un sistema con file storage no separa los datos de un mismo archivo. El archivo se guarda como un todo y se busca de la misma forma. La jerarquía es el resultado del sistema de directorios de varios niveles: los archivos se depositan en carpetas que pueden estar a su vez en otras carpetas –lo que, por lo general, suele ocurrir. Esto hace que a veces se creen largas rutas de directorios que el sistema de ordenadores o el servidor deben conocer. Las rutas permiten navegar para poder acceder a los archivos. Estos datos se guardan en forma de metadatos.
Los discos para el almacenamiento de archivos se utilizan, al margen de los discos duros integrados, sobre todo en dos variantes:
- Network Attached Storage (NAS): una memoria autónoma que está conectada a una red y que todos los participantes de la red tienen a su disposición.
- Direct Attached Storage (DAS): memoria conectada directamente a un ordenador en forma de disco duro externo.
Para la comunicación entre el disco y el ordenador hay que tener en cuenta diferentes protocolos:
- Server Message Block (SMB) para sistemas Windows
- Network File System (NFS) para sistemas Unix y Linux