Esta estructura del texto también resulta relevante desde otro punto de vista. Más allá de las políticas de contenido tradicionales, hay muchos puntos de contacto para con la parte técnica del posicionamiento en buscadores (SEO). No es un secreto que los contenidos relevantes de una web influyen positivamente en el ranking en Google y el resto de buscadores. El problema con los contenidos mal estructurados es, de hecho, que son difícilmente accesibles, con el resultado de que los lectores se van a buscar la información en otra web. La sobrecarga de información en Internet hace que esto sea parte del día a día de los usuarios y, a la vez, es una condición que aumenta la exigencia para los contenidos web.
El problema desde el punto de vista SEO es claro: actualmente los motores de búsqueda reconocen el tiempo de permanencia del lector en la web, sobre qué enlaces hace clic y cuándo abandona la página de nuevo. Estos aspectos ayudan a deducir qué información es relevante para sus necesidades y cuál no. Así, el objetivo desde el punto de vista SEO es atraer al lector y proporcionarle contenido de gran calidad. Para ello es esencial que los lectores encuentren la información que buscan sin tener que desplazarse hasta el final. Si se logra despertar el interés y el texto está bien estructurado, recibirás más visitantes y estos permanecerán más tiempo en tu web.
Un efecto secundario importante de la pirámide invertida: si redactas la información más importante al principio, no olvides utilizar también las palabras clave más importantes. Recuerda que las keywords son fundamentales para que una página web aparezca en los resultados de búsqueda de un usuario. Los títulos son particularmente importantes, pues si estos incluyen las palabras clave relevantes, no solo el lector sabrá sobre qué va el texto, sino también el motor de búsqueda. Incluso, estos últimos leen el texto de una manera más intensa que las personas, ya que, por ejemplo, los buscadores reconocen la información contenida dentro de las etiquetas HTML <h> (del inglés “headline”, en español: título) y se basan en el resaltado en negrita (la etiqueta “strong”) para identificar el tema del artículo. En consecuencia, es importante utilizar estos formatos para dejar claro el asunto del texto.
Una vez más, la prioridad aquí es la misma que para un buen contenido SEO: hay que escribir el texto pensando principalmente en el lector, es decir, evita repetir las palabras clave y saturar tu texto con ellas, pues esto tendrá, ciertamente, un impacto negativo en el ranking de tu web. Recuerda que los motores de búsqueda tienen como objetivo principal presentar a sus usuarios el contenido más relevante de acuerdo a sus criterios de búsqueda, por lo que cada vez que vayas a escribir un texto SEO te debes poner en el lugar del lector online y pensar qué es lo más relevante para tu público objetivo y qué podría esperar de dicho texto. Esto es exactamente lo que debe aparecer en el primer lugar y encontrarse inmediatamente.