Se habla de cookies de rastreo cuando se coloca una cookie en el disco duro del usuario para, posteriormente, poder reconocerle y seguirle. Con esta modalidad de recopilación de datos, que tiene lugar en un segundo plano, no se coarta al usuario, pero este tampoco puede saber con seguridad lo que ocurre con sus datos. Mientras que las cookies de seguimiento son instrumentos generalmente inofensivos utilizados en el marketing de afiliados y en el análisis web, también hay situaciones en las que los datos de los usuarios se utilizan más allá de los límites establecidos o se transmiten a terceros. Un peligro explícito es el que conllevan las cookies que los ciberdelincuentes distribuyen de forma ilícita en páginas web de dudosa reputación con el único fin de recabar la mayor cantidad de datos posible.
En resumen, las cookies de rastreo pueden agruparse en las tres categorías siguientes:
1. Marketing de afiliados
Las cookies son importantes para el marketing de afiliados (affiliate marketing), pues con la mediación del usuario que ha realizado una conversión se remunera a los gestores de la página afiliada al programa. Sin el rastreo y seguimiento mediante las cookies no es posible beneficiarse de la comisión acordada. El margen de retorno, es decir, el período de validez de las cookies, determina el tiempo durante el que el afiliado está vinculado al programa, algo que también se aplica para identificar a los usuarios. El rastreo con cookies no solo se utiliza en el marketing de afiliados, sino también para crear perfiles de usuario.
2. Creación de perfiles de usuario
Las empresas utilizan cookies para crear los perfiles de usuario de sus clientes, por lo que los hábitos de navegación, los gustos e intereses de los usuarios se almacenan en dichos perfiles mediante el rastreo o seguimiento. Este tipo de cookies trabaja con otras para así recabar más información de diferentes páginas. Los datos obtenidos se utilizan para analizar los patrones de comportamiento más complejos de los usuarios y ofrecer publicidad personalizada a cada uno de ellos.
Las cookies son muy valiosas para las empresas, agencias publicitarias y, especialmente, para las tiendas online. No obstante, existen algunas objeciones con respecto a la protección de datos al hacer el seguimiento de las cookies.
3. Cookies maliciosas
Las páginas web maliciosas tienen la capacidad de depositar cookies en los ordenadores y así registrar tus pasos en Internet. Estos archivos de texto pueden, además, transmitir los datos obtenidos a terceros, lo que las hace especialmente peligrosas.
Los responsables de la protección de datos advierten de que las cookies de rastreo comprometen la privacidad de los usuarios. En el ámbito publicitario se argumenta que los datos recopilados no pueden vincularse con ninguna persona en concreto y que por lo tanto, no es posible identificar a un individuo a partir del conjunto de datos reunidos sobre este. Si aprendes cómo desactivar cookies, podrás protegerte de las cookies de rastreo.