Este consumo constante de malas noticias suele crear una imagen, a menudo exagerada, de la situación actual y puede conducir a la depresión. En combinación con las llamadas Fake News, existe el peligro de perderse en un universo paralelo de verdades alternativas e incluso de radicalizarse. Por ello, un primer paso importante para hacer frente al doomscrolling es tomar conciencia y cuestionar críticamente el propio comportamiento de navegación. ¿Ya solo buscas nuevas malas noticias y haces clic continuamente en nuevas historias y estadísticas fatales? Ha llegado el momento de ser conscientes y hacer algo. Por ejemplo, con los siguientes consejos:
- Establece límites de tiempo claros y definidos durante los que hacer doomscrolling y, en general, navegar por las redes sociales. Por ejemplo, de 10 a 20 minutos al día. Si te resulta difícil establecer una medida, utiliza aplicaciones para smartphones que limiten tu tiempo de pantalla diario y el uso de determinadas aplicaciones.
- Valora la posibilidad de adoptar otros comportamientos y recompensas, como hacer ejercicio, dar un paseo o leer un buen libro, cada vez que quieras coger el teléfono.
- Consigue animar a otras personas, amigos o familiares, que puedan alejarte del móvil en el peor de los casos, pero con las que también puedas hablar abiertamente si parece que las malas noticias se van a apoderar de ti.
Básicamente, se trata de cambiarunhábito que, en casos extremos, puede incluso convertirse en una adicción. Por ello, no existe un solo remedio inmediato contra el doomscrolling. Si no eres capaz de encontrar una solución por ti mismo, un terapeuta u otro experto en este campo puede ser una buena opción, también para prevenir otros peligros que acechan en las redes sociales.