Para el propietario de uno o varios dominios, estar libre de penalizaciones tiene una gran relevancia SEO. Si, por el contrario, alguno de los dominios de su propiedad fue señalado alguna vez por Google o identificado como spam, esta reputación es transferida al resto de dominios registrados con su nombre. En este sentido, los expertos no recomiendan un registro privado en WHOIS, sino que sugieren garantizar la transparencia de la información referente a los dominios para evitar malentendidos.
Indirectamente, la antigüedad del dominio supone un factor más que puede tener influencia en el perfil SEO de una web. Es muy sencillo averiguar la edad de un dominio. La herramienta Netcraft, por ejemplo, indica la primera vez que el bot de Google identificó a un determinado dominio. Los dominios sólidos que siempre han mantenido un buen nivel de calidad, sugieren confianza y son, en consecuencia, valorados muy positivamente. Pero esto no significa inevitablemente que un dominio nuevo, enfrentado a esta competencia, pierda siempre. La antigüedad de un dominio puede jugar a la vez, un rol positivo y negativo.