Una campaña de Email Marketing ha de apoyar a la empresa en la consecución de su objetivo, consistente en aumentar su influencia y sus ventas. La evaluación del éxito de una campaña o de una acción se basa en los indicadores de rendimiento (KPI) más importantes que, en este caso, serían la tasa de clics y la de apertura, pues la finalidad de cualquier estrategia de Email Marketing debería ser motivar a los clientes a abrir los correos, convencerle con el contenido y construir, así, el fundamento para las conversiones (ventas).
Para lograrlo es crucial optimizar de forma continuada tanto el contenido como el aspecto del asunto del email y no perder de vista los aspectos centrales que lo definen, que repasamos a continuación a modo de resumen:
- Mencionar la información más importante sin rodeos
- Presentar el valor añadido y las ventajas de la oferta para el cliente de forma clara
- Abrir el apetito del lector por la oferta, la información o los productos que se presentan
- Diseñarlo para cada bandeja de entrada lo más claro, compacto y sencillo posible
- Desechar cualquier formulación que de una impresión poco seria
Sin embargo, no existe la receta mágica del asunto de email perfecto, pues cada producto, cada oferta y cada audiencia merecen un trato diferente. Es fundamental presentar la newsletter de la forma más atractiva, comprensible y original posible y no dejarse desmotivar por pequeños fracasos, pues son los que permiten ir optimizando la campaña progresivamente. Con creatividad, una evaluación precisa y el conocimiento de la propia oferta es posible destacar ante la competencia y obtener la confianza de los clientes en potencia.