Al igual que su modelo, CentOS es una plataforma corporativa destinada, esencialmente, a su implementación en empresas y organizaciones de gran tamaño. En principio, la distribución de Linux también se puede utilizar en el sector privado, pero esta no ha sido la prioridad de sus desarrolladores. Además, esta distribución de Linux goza de gran popularidad como sistema operativo para servidores web: según w3techs.com (enero 2017) solo Ubuntu y Debian se utilizan con mayor frecuencia.
Como solución corporativa, CentOS cuenta con las mismas características que ya hacen de RHEL una solución muy valiosa:
- Estabilidad: CentOS se desarrolla de forma continua con el fin de ofrecer la plataforma perfecta para el software más reciente. En este proceso no se pierde de vista al aspecto de la compatibilidad con las aplicaciones más antiguas. Cada paso en el desarrollo orientado al futuro siempre se hace pensando en garantizar la estabilidad de los componentes activos. Además, este sistema convence con un gran rendimiento en cuanto a la virtualización (basada en KVM o máquina virtual basada en el núcleo) y con una alta disponibilidad, siendo esta la principal razón por la que esta distribución da la talla en el funcionamiento de servidores en la nube y de virtualización.
- Seguridad: este aspecto es hoy más importante que nunca, con lo que CentOS como solución corporativa basada en RHEL representa la mejor elección. Gracias a la detección proactiva de vulnerabilidades por parte del equipo de seguridad de Red Hat, su código fuente subyacente cuenta con un elevado nivel en seguridad. Además, a la hora de integrar nuevos programas o actualizar CentOS, la comprobación de la seguridad y de errores tienen prioridad. Por otra parte, la distribución de Linux soporta la extensión del kernel SELinux (Security Enhanced Linux), un producto de código abierto que cuenta con la colaboración de Red Hat y la NSA. Este programa implementa controles de autorización para el uso de los recursos informáticos, protegiendo, de este modo, contra accesos no autorizados.
- Ciclos largos de mantenimiento y soporte: desde la primera versión de CentOS, tanto los lanzamientos grandes como los pequeños han estado estrechamente vinculados a las publicaciones de RHEL. Para la adaptación del código, proceso ya suficientemente rodado, el equipo de desarrollo prevé un periodo de 2 a 6 semanas (o de unas pocas horas si se trata de pequeños cambios). Los números de cada versión se mantienen (por ejemplo RHEL 6.2 à CentOS 6.2), aunque desde la versión 7 se añade una marca temporal (timestamp) que hace referencia a la publicación del código base. Así, por ejemplo, la fuente de la versión 7.0-1406 fue publicada en junio de 2014. Además del control de versiones, CentOS también se ha ocupado de las directrices para el periodo de soporte técnico: está previsto un soporte general de hasta 7 años y un suministro de hasta 10 años de actualizaciones de seguridad (hasta la versión 5.0 eran solo 4 y 7 años).
Como ocurre con RHEL, la instalación se realiza a través del amigable gestor gráfico Anaconda. En términos de gestión de paquetes (RPM) y gestión de software (yum), CentOS utiliza los componentes de Red Hat. Incluso cuando generalmente los programas de RHEL se ejecutan en su homólogo libre, es común que carezca de las certificaciones y el apoyo proporcionado por el fabricante y, por lo tanto, no se garantiza su correcto funcionamiento con CentOS.