Originariamente, cualquier mensaje enviado en una red se distribuía a todos los terminales. Tras ello, estos tenían que filtrar los datos recibidos y decidir si eran relevantes o no. Como consecuencia, este bus común no solo daba cabida a mensajes de difusión, sino que también protocolizaba todo el tráfico de datos para cada uno de los miembros, lo que constituía una brecha de seguridad del antiguo Ethernet. Así, los datos podían cifrarse, pero el tráfico de datos, sin embargo, no podía controlarse individualmente. Por su parte, los hubs no pueden cerrar estas brechas de seguridad, algo que sí puede remediarse en las redes modernas con puentes de red (bridges) y conmutadores (switches), con cuya ayuda es posible segmentar Ethernet.
No obstante, estas técnicas no solucionan todos los problemas, sino que el uso indebido, por ejemplo, mediante MAC Flooding y MAC Spoofing, es un riesgo para la estabilidad de la red y la seguridad de los paquetes de datos comunicados. El trabajo seguro en una red Ethernet requiere, por lo tanto, el uso serio de todos los sistemas conectados y de los análisis de datos habituales (por ejemplo, análisis LAN) para revelar posibles usos indebidos y averías.
Mientras que el conjunto de datos no sobrecargue la red, Ethernet funcionará bien. En los casos en los que se supere el 50 %, puede que haya un bloqueo de los datos. En el transcurso del desarrollo técnico de los ordenadores personales y con el crecimiento constante del volumen de datos, las redes Ethernet también tuvieron que evolucionar para seguir el ritmo del progreso tecnológico. Los conmutadores se ocupan de una distribución más eficiente de los paquetes de datos y reducen el riesgo de colisiones. Por su parte, las tecnologías por cable modernas como el cable de par trenzado (twisted pair) y la fibra de vidrio tienen tasas de transmisión más elevadas que se corresponden con las necesidades actuales de la red.
Otra de las innovaciones recibe el nombre de “Ethernet Flow Control”, mecanismo con el que se puede detener totalmente y de forma temporal la transmisión de datos para agilizar el flujo de datos en otras partes. Esto resulta especialmente práctico en el modo de dúplex completo cuando una red maneja muchos dispositivos terminales. Tras ello, el mecanismo Flow Control detiene a determinados miembros de la red para optimizar la eficacia de la misma. No obstante, pueden producirse pérdidas de velocidad que pueden atajarse con otros mecanismos como el protocolo de control de transmisión (Transmission Control Protocol, TCP).
En el pasado, Ethernet solía utilizar cables coaxiales tradicionales. En la actualidad, los cables de cobre de par trenzado y los cables de fibra óptica son el estándar industrial y permiten tasas de transmisión mucho más rápidas y un mayor alcance. Otra ventaja es que los cables de cobre pueden abastecer de electricidad a los dispositivos conectados. Este procedimiento, también llamado “Power over Ethernet” (PoE), permite crear redes con una mayor eficiencia energética y viene especificado en IEEE 802.3af.