Con DoH se pretende alcanzar varias metas a la vez: al ejecutar DNS sobre el protocolo seguro HTTPS, la principal meta es aumentar la seguridad y privacidad de los usuarios. La conexión cifrada HTTPS no debe permitir a terceros influir en la resolución ni espiarla. Esto significa que un tercero a quien no se le permita participar en la resolución del nombre no puede saber qué URL se está consultando y, por lo tanto, no puede cambiar la respuesta.
Por un lado, esto ayuda a combatir la delincuencia en Internet y, por otro, dificulta la censura en las redes. Algunos gobiernos utilizan el DNS para bloquear ciertos sitios web. Por regla general, o bien esto es para restringir la libertad de expresión o bien es un intento de aplicar una legislación local a Internet.
Asimismo, algunos proveedores de Internet (ISP) también emplean la tecnología del DNS hijacking. Si un usuario introduce una dirección web que no se puede resolver (por ejemplo, por un error tipográfico), el servidor de nombres normalmente envía un mensaje de error. Algunos proveedores de Internet toman estos mensajes y en su lugar redirigen al usuario a su propio sitio web, que anuncia sus propios productos o los de terceros. Esta acción no es ilegal ni directamente perjudicial para el usuario o su equipo, aunque puede causarle confusión.
A su vez, se desea mejorar el rendimiento de los DNS. El protocolo utilizado para el DNS no se considera fiable. Al emplear DoH, se utilizaría el protocolo TCP, que reacciona mucho más rápido si los datos se pierden durante la transmisión.