Para asegurarte de no perder tus datos si se avería el sistema, es recomendable que hagas backups, es decir, copias de seguridad, regularmente. Con Windows 8 no necesitas instalar ningún software adicional para ello, ya que el sistema operativo incluye todas las funciones de backup necesarias. Mientras que Windows 7 ofrecía la posibilidad de generar copias de seguridad automáticamente cada cierto tiempo, Windows 8 apuesta por el llamado historial de archivos. Esta opción crea, por así decirlo, un minibackup, es decir, una copia de seguridad únicamente de los archivos ubicados en bibliotecas como, por ejemplo, la de documentos, la de música, la de imágenes, la de vídeos y el escritorio.
Otra forma de generar backups en Windows 8 es la creación manual de una imagen de sistema. Se trata, en este caso, de una copia de seguridad del sistema entero y no solo de los archivos personales guardados en ciertas carpetas. Sigue leyendo para saber cómo utilizar ambas maneras de crear un backup en Windows 8.