Paso 9: configurar los servicios de acceso para el Raspberry Pi como servidor NAS
En último lugar es necesario explicar cómo los usuarios pueden intercambiar datos con el servidor NAS. SSH (Secure Shell) está normalmente activado, pero solo está disponible sin necesidad de software adicional para usuarios Linux (a través del terminal). Los usuarios de Windows precisan de aplicaciones cliente como PuTTY o WinSCP para la transferencia de datos a través del protocolo de red.
Una solución algo más cómoda es la que ofrece el protocolo SMB (Server Message Block), que es apto para cualquier plataforma y puede activarse mediante la ruta “Servicios”>”SMB/CIFS”. Windows soporta este protocolo de manera estándar desde hace años. Además, gran parte de las distribuciones de Linux y macOS tienen con el software Samba la solución adecuada para utilizar SMB. Marca la casilla “Activar directorio principal para el usuario” al activar el servicio antes de añadir, en la pestaña “Compartir”, las carpetas que deben estar disponibles a través del protocolo.
Paso 10: acceder al Raspberry Pi-NAS
Todos los puntos decisivos para el funcionamiento y utilización del servidor NAS con Raspberry Pi ya se han definido, con lo que ya está listo para comenzar a funcionar como archivo central. El paso siguiente es que los usuarios se conecten al servidor. En Linux, por ejemplo, en Ubuntu, es necesario abrir el administrador de archivos y seleccionar la opción “Conectar con el servidor”. A continuación, introduce la dirección del servidor incluido el prefijo smb://, con lo que se inicia el establecimiento de la conexión.
Los usuarios de Windows crean la conexión SMB con el servidor NAS en Raspberry, que está listo para usarse, a través de Windows Explorer. Para ello es suficiente con introducir la dirección IP tras una doble barra invertida (“\\”).