Nociones básicas sobre los pagos online

Internet propicia que tanto las ofertas como los servicios estén en continuo desarrollo, por lo que el mercado siempre está ofreciendo nuevas y prácticas opciones de pago. Así, se plantea el hecho de si estas le están tomando la delantera a las opciones más clásicas, de cuáles son las ventajas del dinero electrónico frente al pago con factura, mediante domiciliación bancaria o al pago contra reembolso; y, por último, de cuáles son los riesgos que entraña la tramitación de los pagos a través de terceros. Para proporcionar el mejor servicio posible, los comerciantes deben mantener una visión global y poner a disposición de sus clientes formas de pago online diversas y seguras.

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Los métodos de pago online más habituales

La protección de datos o la seguridad de las transacciones son temas de alta sensibilidad para los usuarios. Los informes de los medios de comunicación sobre robos y phising han provocado la aparición de un escepticismo saludable con respecto a las transacciones que se realizan por Internet. Para facilitar que los visitantes de las páginas web se conviertan en clientes, es recomendable que los administradores de las tiendas satisfagan a su clientela incluso en lo concerniente a sus modalidades de pago online. Desafortunadamente todavía no se ha encontrado la solución perfecta para transferir dinero en Internet y todos los sistemas cuentan con ventajas e incovenientes. Los métodos de pago online se convierten, como consecuencia, en un acuerdo entre la protección de compradores y vendedores.

Compra con factura

La compra con recepción de factura es uno de los métodos más populares entre los compradores. La razón reside en que, en este caso, el riesgo de la transacción recae en su totalidad sobre el vendedor. Una vez se realiza el pedido, este es enviado junto a su factura, así, cuando el pedido llega al cliente, este transfiere el pago bien haciendo uso del resguardo de transferencia o por medio de la opción de banca electrónica. De esta manera no es necesario revelar ningún tipo de datos bancarios sensibles en Internet. Pero si hay facturas pendientes, los operadores de las tiendas se ven obligados a hacer frente a gastos más elevados. A pesar de esto, esta es la modalidad más recomendada para los comerciantes, ya que muchos clientes prefieren este tipo de transacción a otras. Proveedores de servicios externos como Klarna, BillPay o BillSafe ayudan a los administradores de las tiendas a reducir riesgos, haciéndose cargo de la tramitación de los pagos de los clientes y de las pretensiones de pago de los comerciantes en el marco del factoring. De forma alternativa, en muchas tiendas online solo los clientes habituales tienen la opción de hacer compras con recepción de factura con el objetivo de reducir el riesgo de estafa e impagos. Los costes de las transacciones no están incluidos en esta modalidad de pago.

Pago anticipado

El pago por anticipado funciona a la inversa de la modalidad de pago con factura. Si el cliente la elige, el comerciante enviará el pedido una vez que el importe de la factura se haya ingresado en la cuenta de la empresa. Así, el riesgo de la transacción reside en el cliente y en caso de dar con tiendas online poco profesionales, puede que no se envíe la mercancía a pesar de haberla pagado. Asimismo, la liquidación retroactiva de la compra en caso de productos deficientes o defectuosos es más complicada que en el caso de las compras con recepción de factura. Para que este modo de pago resulte más interesante para los clientes, algunos comerciantes ofrecen descuentos en las compras por adelantado. También es ventajoso para los clientes que la transferencia se realice por los medios tradicionales y que los datos bancarios sensibles estén protegidos. Si se opta por la transferencia tradicional, el pago anticipado no origina costes por la transacción. Puesto que cada vez es menor el número de clientes online que opta por el pago anticipado, los comerciantes deben considerar la opción de ofrecer otros sistemas para que estos puedan realizar sus pagos online. En general, se recomienda el pago anticipado cuando la fiabilidad del comerciante está asegurada.

Pago por domiciliación bancaria

Esta es una de las formas clásicas de pago online. En el ámbito de las tiendas online, el pago por domiciliación bancaria es apropiado, sobre todo, por su seguridad y por llevar aparejados unos costes en las transacciones relativamente bajos. Para los clientes es una modalidad bastante cómoda, ya que el importe de las facturas se carga directamente en sus cuentas, normalmente en cuanto se envía el pedido. En el caso de adeudos no autorizados, los clientes pueden informar al banco para que les devuelvan el dinero, lo que permite protegerse de los comerciantes poco profesionales y de los estafadores de Internet. Sin embargo, el pago por domiciliación bancaria alberga riesgos importantes a la hora de transmitir los datos bancarios necesarios para realizar transacciones. En este caso, se requieren el número de cuenta, el código de identificación bancaria y también el nombre de la entidad financiera que alberga la cuenta. El sistema de pago por domiciliación bancaria es vulnerable a robos y a phising. Los administradores de las tiendas online deben cuidar en todo momento que los datos sensibles de los clientes se transmitan únicamente de manera cifrada, para lo que se pueden utilizar protocolos criptográficos de seguridad como SSL (también conocido como "capa de conexión segura"). Existen proveedores de servicios externos que se encargan de comprobar la solvencia de las mismas,  para prevenir impagos provenientes de cuentas bancarias sin fondos –aunque esto puede originar ciertos costes.

Pago contra reembolso

Esta modalidad supone un acuerdo más practicable al respecto de la protección de compradores y vendedores, y también pertenece a las formas de pago online más clásicas. A este respecto, el cliente paga el importe, normalmente en efectivo, de la factura en el momento en que recibe el pedido. Dicha transacción no se realiza por Internet, por lo que es una de las opciones más seguras. En España hay algunas empresas como SEUR, DHL, UPS o MRW que ofrecen dicho servicio. El importe de la factura va acompañado de una tasa por el proveedor de servicios que, en general, corre a cuenta del cliente. Sin embargo, para el comerciante existe el riesgo de que el cliente no se haga cargo del pedido, en cuyo caso ha de hacerse con los costes. Puesto que tanto la integridad como la funcionalidad del pedido solo pueden comprobarse en el domicilio, la devolución en caso de que la mercancía esté defectuosa requiere de un proceso más complicado en el caso del pago contra reembolso en comparación de la compra con recepción de factura.

Tarjeta de crédito

El pago con tarjeta de crédito es la posibilidad más cómoda de entre todas las que permiten pagar online. En términos generales, durante el proceso de pago el cliente debe incluir diversos datos en el formulario de pedido, esto es, la entidad expedidora de la tarjeta de crédito, el número de tarjeta y el número de seguridad. El comerciante retira de la entidad financiera el importe que aparece en la factura y, a continuación, efectúa el envío del pedido. En caso de que esté incompleto o defectuoso, el comprador puede conseguir que la entidad expedidora de la tarjeta de crédito le devuelva el importe abonado. Lo mismo ocurre en caso de que no se reciba ninguna mercancía.

Prácticamente todas las tiendas online ponen este método de pago a disposición de los clientes debido a los escasos problemas que genera a la hora de tramitar pagos. Puesto que conlleva la transmisión de datos bancarios sensibles a través de Internet, en este caso se presentan los mismos riesgos y medidas de seguridad que en el pago por domiciliación bancaria. Por ello, es recomendable que los números de la tarjeta se transmitan únicamente de manera cifrada. Asimismo, los clientes de las tarjetas de crédito siempre están en el punto de mira para los estafadores de Internet que intentan acceder a datos sensibles a través de métodos de phising. Por otro lado, con esta posibilidad de pago los administradores de las tiendas online se enfrentan al reto de tener que guardar los datos de los clientes de manera segura. Los medios de comunicación informan de casos en que los hackers han accedido a las bases de datos de grandes tiendas online; u otros donde trabajadores transmitían datos sensibles a terceros.

Proveedores de servicios externos

Cada vez son más las personas que pierden el miedo a los métodos de pago online que proceden de proveedores de servicios externos, quienes ofrecen innumerables ventajas tanto para los clientes online como para los comerciantes. Los administradores de las tiendas se benefician de la tramitación de los pagos mediante terceros, ya que la gestión de las deudas es responsabilidad de los proveedores de servicios. Asimismo, los sistemas modernos no experimentan grandes retrasos en lo concerniente a los pagos efectuados por los clientes y a la recepción de los mismos por parte de los comerciantes. De esta manera, los pedidos se pueden entregar más rápidamente a los clientes, factor aún más remarcable en el caso de archivos de propiedad digital como música o revistas electrónicas, a los que los clientes pueden acceder de manera instantánea.
Los proveedores de servicios de pago son muy populares en lo referente a micropagos, y mientras que en el caso de proveedores como PayPal o Click&Buy los pagos online se efectúan a través de una cuenta de cliente especial, otras plataformas como SOFORT –que funciona en España desde el 2011–  permiten el pago mediante la transferencia directa desde una cuenta corriente, lo que hace posible establecer la conexión entre la tienda online y la banca online. Como consecuencia, surgen ciertas ventajas e inconvenientes:

  • Plataformas de pago con cuenta de cliente: en este tipo de formas de pago online, los proveedores de dichos sistemas, y no los comerciantes, son los únicos que tienen acceso a los datos sensibles de las cuentas de los clientes. Así, se reducen los riesgos que pueden conllevar las tiendas online poco profesionales. A través de la protección de los compradores, Paypal, por ejemplo, hace posible que se les devuelva el dinero en caso de que los pedidos no se envíen o de que estos estén defectuosos. Sin embargo, el hecho de que las cuentas creadas por los clientes estén protegidas por contraseñas y datos de acceso hace que estas estén cada vez más en el punto de mira de los estafadores de Internet.
  • Transferencia directa a través de terceros: en SOFORT, por ejemplo, se selecciona en primer lugar el país y el banco en el que reside la cuenta. Así, el sistema realiza la transferencia en nombre del cliente y de forma gratuita, pero para ello se debe introducir tanto el PIN como el código que la autoriza, lo que no causa mucho entusiasmo entre los defensores de los consumidores por cuestiones de seguridad.