El diseño de páginas web responsivas o adaptables plantea a los diseñadores nuevos retos, aún contando con el gran desarrollo que ha experimentado la tipografía web. Este ámbito del diseño web, hoy muy extendido, se ocupa de la creación de páginas cuya visualización se adapte a las características y al tamaño de la pantalla de cualquier dispositivo. Y es que una página se mostrará de forma diferente si la visualizamos en la pantalla de un smartphone, en la de una tablet, en la de un ordenador portátil o en el monitor de un equipo de escritorio. La adaptación de los contenidos de la página al tamaño de la pantalla correspondiente, también hace referencia a la fuente. Una tipografía responsiva ha de ser capaz de integrarse bien en la porción de texto mostrada y ser escalable, de la misma manera que los saltos de línea se han de adaptar también a todos los posibles formatos.
A continuación se detallan otros factores que hay que tener en cuenta en lo referente a la tipografía responsiva:
- El tamaño de la fuente no solo debe adaptarse al tamaño de la pantalla, sino que también ha de tener en cuenta la distancia normal que hay entre esta y el usuario. Seguramente dicha distancia será menor para la pantalla de un smartphone que para grandes monitores de un equipo de mesa.
- El tamaño de la fuente también depende de la resolución de la pantalla.
- El interlineado debería ajustarse siempre a la pantalla –el interlineado justo para una buena legibilidad depende, entre otras cosas, de la longitud de las líneas.
- El diseño de la página ha de dejar, asimismo, suficientes espacios tipográficos o áreas sin escritura en el fondo, ya que esto también repercute en la legibilidad de un texto.
No hay que olvidar, por otro lado, que el color de la fuente debería ser algo más intenso y el contraste algo más alto para una mejor visualización en pantallas pequeñas. Al contrario que las pantallas grandes, los dispositivos móviles no se usan siempre en espacios cerrados, sino precisamente en movimiento y en espacios abiertos, donde no siempre se pueden controlar las condiciones atmosféricas de luz. Por ello, una letra más saturada logrará que sea legible aún en situaciones de extrema claridad o de oscuridad y con reflejos.