Desde los comienzos de Internet, HTML (Hypertext Markup Language) se ha posicionado como el lenguaje estándar para la estructuración, la conexión y la puesta a disposición, independientemente de la plataforma, de contenidos en la World Wide Web. A pesar de ello, el desarrollo de este lenguaje se volvió improductivo tras la publicación de HTML 4.01 en diciembre de 1999, al contrario de lo que ocurrió con Internet, que siguió evolucionando. Navegar por la red ya no es lo que era a finales del milenio. Además de textos e imágenes, también existen elementos multimedia que convierten a Internet en lo que es hoy –influenciado por el creciente interés por las ofertas móviles.
En los últimos años, el uso moderno de Internet ha superado con creces al lenguaje de hipertexto. Las páginas web actuales se apoyan en multitud de plugins para satisfacer las exigencias de programadores, editores y consumidores, de ahí que surjan incompatibilidades y fallos de seguridad y, en este sentido, la quinta versión de HTML tiene la responsabilidad de acabar con ello. El 28 de octubre de 2014, el consorcio World Wide Web (W3C) presentó a HTML5 como el nuevo lenguaje de WWW. Sin embargo, gran parte de las empresas gestoras de páginas web siguen apostando por la versión anterior o por otros estándares más antiguos como XHTML, aunque puede que la situación cambie en un futuro próximo.