Los mejores contenidos no consiguen impactar si no se comunican correctamente. De la misma forma que para las páginas web, en las páginas de destino también es prioridad lograr la mejor usabilidad posible: el usuario debe hacerse rápidamente una idea de la oferta y orientarse fácilmente. Al diseñar y crear una landing page, la prioridad debe ser atraer, informar y llevar al cliente directamente a cumplir un objetivo. Una landing page mal diseñada hace que el usuario pierda el interés rápidamente y si cancela la transacción, aumenta la tasa de rebote (bounce rate) de la web. Las interrupciones y los tiempos de permanencia muy cortos no solo tienen un impacto negativo en las conversiones y en los leads, sino que también perjudican el ranking en los motores de búsqueda. Por lo tanto, la información más importante debe colocarse en bloques individuales ubicados uno al lado del otro de forma compacta, eficiente y fácilmente reconocible.
Una buena página de destino no es ninguna obra de arte abstracta, sino que, por el contrario, se trata de una página que muestra una oferta de forma sencilla y atractiva sin estar sobrecargada. En términos de color y composición, el diseño debe ser compatible con el contenido y no debe sobreponerse a este ni distraer la atención. Una gama de colores apropiada a la oferta da una impresión matizada, equilibrada y compatible con la identidad corporativa (CI). Si esta es más bien conservadora, la página de destino no tiene que ser necesariamente aburrida. Las landing pages creativas no deben parecer caóticas o deslumbrantes, pues esto puede desalentar o confundir al usuario.
Idealmente, el estilo de los anuncios que condujeron a la web (por ejemplo, un banner publicitario) también se encuentra en el esquema de color, las fuentes y las imágenes de la landing page. Para que tu web sea mobile friendly es importante que tus páginas de destino cuenten con un diseño responsivo para smartphones y tablets. De esta forma, te aseguras de que el contenido también se pueda visualizar y utilizar sin problemas en pantallas más reducidas. Esto tiene un impacto positivo en los usuarios, porque les permite acceder siempre a tus contenidos, mejorando, además, el ranking de tu web en los buscadores.
Organiza los contenidos de tu landing page eficientemente de tal forma que la oferta esté disponible sin necesidad de hacer muchos clics, de utilizar funciones de búsqueda o de tomar atajos. El uso de espacios en blanco (whitespaces) le da un aspecto visual agradable y ayuda a que el cliente reciba una visión general de la misma. Dependiendo de la densidad de la información, colocar el contenido principal a primera vista en el navegador para que el usuario no tenga que desplazarse, puede resultar de gran utilidad. De hecho, una landing page ideal reúne algunos elementos estrictos, compactos, rápidos y fáciles:
- Introducción que incluya logotipo, título e imagen representativa
- Descripción del producto con información clave, valor añadido, precio, beneficios y funciones
- Call to Action con texto y/o imagen
- Referencias como testimonios, certificados y sellos de calidad
Esto no solo se hace por motivos visuales, sino también porque cantidades de datos muy grandes, imágenes de alta resolución, plugins innecesarios o inútiles funciones adicionales ralentizan el tiempo de carga de la página de destino y generan mensajes de error que alientan al cliente a abandonar la web. Para garantizar el rendimiento apropiado de la landing page es necesario adaptarla periódicamente y optimizarla continuamente por medio del análisis de datos, de pruebas A/B y de comprobaciones de errores. Solo cuando conoces los elementos de rebote en tu página de destino podrás mejorarlos con un diseño más eficiente y rentable de manera indefinida.