El DDNS o DynDNS puede ser entendido como una extensión del DNS (Domain Name System). El DNS es un directorio global que conoce la dirección IP de cada dominio registrado, es decir, que puede resolver nombres en direcciones para permitir el acceso a páginas web, correos electrónicos o al protocolo FTP. El proceso funciona como una especie de servicio de información telefónica que facilita información actual de contacto y publica comentarios. El DNS “busca” la dirección IP perteneciente al nombre del host (en caso de que esta no pueda encontrarse en la caché del DNS), estableciendo para ello un diálogo permanente con la base de datos del DNS del proveedor de Internet correspondiente. Si todo va bien responde a la solicitud con la dirección IP correcta. En sentido contrario, las direcciones IP pueden traducirse en los nombres de dominio correspondientes, pero resulta algo complicado debido a que el reverse DNS no es un estándar de Internet y el DNS tampoco está optimizado para ello.
El procedimiento de los servicios DDNS apoya, por el contrario, la asignación explícita de direcciones IP dinámicas a dominios específicos –automatizando así la coordinación con las bases de datos DNS del proveedor de Internet. El DynDNS se ocupa, en este sentido, de detectar las modificaciones llevadas a cabo en la dirección IP y de actualizar los registros DNS en consecuencia. Por ello, para establecer una conexión con tu ordenador necesitas únicamente la dirección de dominio registrada en el servicio DDNS.