Algunas bibliotecas y frameworks, como Angular o jQuery, son desde hace años herramientas de trabajo esenciales para los programadores web. Si bien estas estructuras básicas de codificación son prácticas, versátiles y ahorran mucho trabajo en el desarrollo de proyectos, resultan con frecuencia inflexibles a la hora de usarlas en más de un proyecto. Así, no es raro para un desarrollador tener que volver a escribir un código cada vez que hay un cambio de framework, por ejemplo. Para tratar de solucionar este problema, el Consorcio W3C introdujo los componentes web, creando así un marco universal para poder reutilizar códigos HTML, CSS y de JavaScript de una forma simple y común a los tres lenguajes.
Puesto que los elementos web universales se caracterizan por una sintaxis sencilla y fácil de aprender, los programadores con menos experiencia también se benefician de este estándar del W3C. Desde hace algunos años, Google trabaja en el llamado Polymer Project para desarrollar bibliotecas y plantillas de programación de componentes web para ponerlas a disposición del público general.