La opción más sencilla a la hora de instalar un contador de visitas en tu web es, sin duda, descargar una solución ya codificada, que puede ser gratuita o de pago. La principal diferencia entre un modelo y el otro radica en su abanico de funciones. Si se opta por una solución de pago suelen obtenerse a cambio estadísticas en formato gráfico con datos que van más allá de la mera cifra de tráfico. El grado de exhaustividad de esta información depende de si el registro de la actividad de los usuarios tiene lugar exclusivamente del lado del servidor o también del lado del cliente. Con todo, en ambos casos se recaban de forma estándar los siguientes parámetros fundamentales:
- Momento del acceso a la página
- Dirección IP del usuario
- Cliente del usuario
- URL de origen
En función de cómo esté configurado, el servidor puede asignar a cada visitante un identificador inequívoco, una cookie de sesión, la primera vez que entra en una página, de forma que en la estadística pueda diferenciarse si se trata de la primera página que abre un usuario o ya ha visitado otras antes. Con recursos del lado del cliente como JavaScript o Adobe Flash se puede obtener aún más información. Gracias a las tecnologías de rastreo puede saberse, por ejemplo, el sistema operativo o las extensiones del navegador que utiliza el usuario o incluso la resolución de pantalla de su equipo, información que puede desempeñar un papel decisivo en la optimización de la página para dispositivos móviles.
Normalmente, los proveedores permiten escoger entre una gran variedad de diseños y tamaños. Cuando has escogido el modelo adecuado solo tienes que generar el código HTML para el contador de visitas, para luego insertarlo en el lugar que has reservado para él en la página web.