Los videojuegos son ahora producciones muy complejas en las que, a menudo, participan cientos de desarrolladores individuales en diferentes fases de un mismo juego. Cuando se aúnan los distintos elementos de un juego, a pesar de haber realizado un atento control de calidad, pueden producirse fallos.
Otro factor que complica la cuestión es que los juegos ya no solo deben funcionar perfectamente en las videoconsolas, sino que también deben hacerlo sin fallo en modernos PC, cada uno de los cuales con un hardware diferente. Aunque las interfaces de desarrollo, como DirectX, se encargan de estos aspectos, queda claro lo bien que necesita funcionar la tecnología para poder ofrecer a los usuarios la mejor experiencia posible.
Sin embargo, los glitches también suelen tener una utilidad práctica para los desarrolladores: dado que, al crear un videojuego, rara vez se trabaja estrictamente desde su principio hasta su final, los desarrolladores y, sobre todo, los testers deben tener acceso permanente a todos los niveles y misiones anteriores tras implementar nuevos contenidos y funciones al juego. Por ello, durante el desarrollo,a menudo dejan deliberadamente huecos en la arquitectura de los niveles para poder avanzar de manera más rápida en el juego y poder probar mejor sus mecánicas. Al hacer glitching en el juego ahorran tiempo.
Si este glitch para desarrolladores sigue presente en la versión final del juego, puede deberse principalmente a dos razones: que los desarrolladores se olvidaron de eliminar el glitch o que lo dejaron a propósito.