El flat file más sencillo que uno se pueda imaginar es un archivo de texto en formato TXT, que incluye contenido escrito sin ningún tipo de vínculos, índices o formato, pero también un archivo binario (binary file), donde el código también se escribe de una manera muy sencilla. Los archivos binarios son, además, los que fundamentan las bases de datos más simples. Las bases de datos flat file caben en un único archivo, al contrario que las complejas bases de datos relacionales, en las que los conjuntos de datos cuentan con vínculos, índices, jerarquías y formatos predeterminados, algo de lo que carecen las bases de datos de archivos planos, que sería el equivalente digital de una lista de la compra o las tarjetas perforadas. Para estos tipos de bases de datos se pueden utilizar diferentes formatos binarios y de texto plano. Un conocido ejemplo son los archivos CSV (comma-separated values), en los que la información en el conjunto de datos se separa con comas y el propio conjunto se cierra con un salto de línea, lo que pone de manifiesto que no hay jerarquías, sino solo una simple lista.
La ventaja de los archivos planos es que su estructura es sencilla. Puesto que los datos no están conectados entre sí, pueden crearse rápidamente y esta menor complejidad es la que disminuye el riesgo de errores. Los flat file CMS también utilizan este principio y ofrecen de esta forma un interesante polo opuesto con respecto a los pesados sistemas de gestión de contenidos clásicos.