Los números de factura incorrectos pueden conducir a irregularidades, por lo que se deben corregidos para garantizar que, en caso de una auditoría fiscal, la contabilidad sea compresible. Este tipo de errores de asignación numérica suelen resultar especialmente problemáticos cuando se asigna el mismo número a dos facturas diferentes. En estos casos la rectificación es indispensable.
La rectificación de una factura se reserva al emisor de la factura. En este caso, los errores tipográficos o las imprecisiones (como el nombre de la empresa) no requieren corrección a menos que la ley obligue lo contrario. En cuanto a las facturas rectificativas, el artículo 15 del Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre se estipula, entre otras cosas, que:
“1. Deberá expedirse una factura rectificativa en los casos en que la factura original no cumpla alguno de los requisitos que se establecen en los artículos 6 o 7, sin perjuicio en lo establecido en el apartado 6 de este artículo. […]
4. La rectificación se realizará mediante la emisión de una nueva factura en la que se haga constar los datos identificativos de la factura rectificada. Se podrá efectuar la rectificación de varias facturas en un único documento de rectificación, siempre que se identifiquen todas las facturas rectificadas. […]”
Es importante que guardes constancia de las facturas emitidas, así como de las rectificadas. De esta manera podrás dirigirte a tu archivo en caso de que surjan preguntas posteriores y tengas siempre a mano la explicación inequívoca para cada factura.
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