¿Has adquirido otras competencias al margen de tu formación profesional y de las diferentes etapas de tu carrera? ¡Estupendo! Preséntalas en el apartado “Conocimientos y habilidades especiales”. Asegúrate, no obstante, de que los aspectos a los que hagas referencia coincidan con la posición que estás solicitando.
El hecho de tener una licencia de pesca o haber completado un curso de motosierra en una tienda de bricolaje es probablemente de menor interés para el departamento de personal de una compañía de seguros, mientras que la formación continua y los certificados relacionados con la industria –por ejemplo, en el área de gestión de proyectos– tienen más probabilidades de captar la atención del reclutador.
En esta sección, enfócate en los conocimientos y habilidades que te califican para el trabajo en cuestión. Estos abarcan:
- Formación y talleres
- Manejo de idiomas
- Conocimientos de TI (por ejemplo, software común de la industria)
- Certificados pertinentes (por ejemplo, clase de permiso de conducir o certificado de manipulación de materiales)
Por lo general, las habilidades lingüísticas se mencionan incluyendo una autoevaluación de tu competencia. Los niveles habituales para evaluarte son los siguientes:
- Conocimientos básicos
- Conversación o buen manejo del idioma
- Fluidez
- Nivel profesional
- Lengua materna
Tus habilidades informáticas debes evaluarlas de la misma manera.
Asegúrate de que, en caso de ser necesario, puedas probar todas las competencias que has especificado mediante certificados, acreditaciones o títulos.