Ceph, gracias a sus variadas interfaces, funciona bien en redes heterogéneas, en las que no solo se utiliza Linux, sino también otros sistemas operativos. El punto fuerte de GlusterFS, en cambio, es el almacenamiento de grandes cantidades de datos en formato tradicional, así como de datos de gran tamaño. Puesto que Ceph se desarrolló desde un primer momento como solución open source, en el pasado resultaba más fácil utilizarlo en muchos casos, hasta que GlusterFS también pasó a ser de código abierto. Un ámbito de aplicación muy relevante para los sistemas de almacenamiento distribuido son los servicios en la nube. En este sentido, OpenStack es uno de los proyectos de software más importantes que ofrecen arquitecturas para computación en la nube. Ambos, GlusterFS y Ceph, funcionan igual de bien con OpenStack.