Cuando se emite una factura se incluye el IVA, que repercute en el cliente y este lo abona junto con la base imponible a la empresa emisora, que paga a Hacienda el IVA así recaudado. El denominado mecanismo de inversión del sujeto pasivo (reverse charge) cambia esta dinámica: no eres tú, como proveedor del servicio o producto, quien debe pagar el IVA, sino que esta obligación recae sobre tu cliente.

¿Qué es la inversión del sujeto pasivo?

En el ámbito fiscal, el término inversión del sujeto pasivo hace referencia a la inversión de la responsabilidad del IVA. Esto significa que el receptor del servicio o producto es quien paga el IVA directamente a la Agencia Tributaria, en lugar de hacerlo al proveedor del servicio o producto.

Si el receptor está autorizado a deducir el IVA soportado, puede compensar el IVA que debe pagar como IVA deducible. En este caso, el IVA repercutido y el IVA soportado se compensan, anulándose entre sí.

El término inglés “reverse charge” significa literalmente “inversión del cálculo”. También es posible que hayas oído el término “transferencia de la responsabilidad fiscal”, que es un sinónimo de la inversión del sujeto pasivo.

Facturación al uso Inversión del sujeto pasivo
El proveedor del servicio o producto es quien debe pagar el IVA. El receptor del servicio o producto es quien debe pagar el IVA.

¿Cuál es el objetivo de la inversión del sujeto pasivo del IVA?

Con este mecanismo se aspira a simplificar el pago del IVA, por lo menos para los que entregan bienes o servicios, y a reducir la burocracia, pero esta normativa es ante todo una forma de actuar contra el fraude fiscal, como el llamado “fraude en cascada” o “fraude del operador desaparecido” (missing trader fraud o carousel fraud). El “fraude en cascada” es hoy en día uno de los mayores enemigos de las pymes españolas porque, al utilizar el mecanismo de la inversión del sujeto pasivo en las operaciones intracomunitarias de forma irregular, consiguen evadir el pago de IVA a Hacienda en grandes cantidades y pueden posicionarse así de una forma más ventajosa en el mercado (competencia desleal).

Veamos el ejemplo de una empresa (A) de Francia que entrega mercancías a una empresa (B) en España. A emite una factura sin IVA al ser una operación intracomunitaria exenta de IVA. B vende esa mercancía a la empresa también española C y emite una factura con IVA. Hacienda devuelve a C el IVA pagado. B debería pagar a Hacienda el IVA repercutido a C por la venta, pero desaparece del mercado antes de pagarlo. A esta empresa se le denomina missing trader u operador desaparecido. C vende entonces la mercancía a la empresa A de modo que el “carrusel” siga girando.

En una operación de este tipo, el emisor de la factura no paga el impuesto, pero el receptor la obtiene devuelta por Hacienda. La inversión del sujeto pasivo del IVA pretende evitarlo porque se han de declarar ambas cuantías juntas. Para que el adquirente reciba la devolución del IVA de la factura, debe declararlo al mismo tiempo.

¿Cuándo se aplica la inversión del sujeto pasivo?

Para poder invertir el sujeto pasivo del IVA es fundamental que el destinatario de la factura sea una empresa o una persona jurídica (no puede ser un particular) en otro Estado miembro de la UE. Si se cumple esta condición, hay una serie de supuestos reconocidos en la Ley del IVA con base en los cuales la obligación tributaria puede recaer en el destinatario de la factura.

Se trata, como se explica en el artículo 84 de la Ley del IVA, de:

  • los destinatarios de ventas o prestaciones cuando las reciben de empresas o profesionales fuera del territorio de aplicación del impuesto (península y Baleares), esto es, importaciones de bienes y servicios;
  • entrega de oro sin elaborar, productos de oro semielaborados y de ley, igual o superior a 325 milésimas;
  • servicios que tengan como objeto los derechos de emisión de gases de efecto invernadero;
  • entregas de inmuebles;
  • ejecuciones de obra con o sin aportaciones de material y en las cesiones de personal para su realización;
  • entregas que tengan por objeto plata, platino y paladio, en bruto, en polvo o semilabrado;
  • entregas a un revendedor de teléfonos móviles, portátiles, consolas de videojuegos o tablets.
  • entregas de desechos y desperdicios de plástico y de material textil.

En el artículo 85 se precisa que el sujeto pasivo del impuesto es la empresa que adquiere bienes o servicios por parte de una empresa o profesional establecido fuera del territorio de aplicación del IVA.

Nota

La reforma fiscal de 2015 introdujo nuevas sanciones a los empresarios que no comunican a Hacienda las situaciones en las que tienen que facturar con inversión de sujeto pasivo.

El mecanismo de inversión del sujeto pasivo se aplica en la actualidad a lo largo y ancho del territorio europeo en todas las operaciones de entrega o adquisición intracomunitaria, aunque las condiciones pueden diferir de un país a otro. Las pymes también se ven afectadas por la inversión del sujeto pasivo del IVA si actúan a nivel transnacional dentro de la UE. Para realizar operaciones intracomunitarias, las empresas deben registrarse en el Registro de Operadores Intracomunitarios (ROI) y obtener un NIF intracomunitario. Este registro permite la inclusión en el sistema VIES (VAT Information Exchange System) y facilita la verificación del número de IVA por parte de otros operadores en la Unión Europea.

Facturar con inversión de sujeto pasivo

Si quieres emitir una factura sobre alguna operación sometida a los supuestos previstos en el art. 84 de la Ley del IVA, tendrás que observar algunos detalles:

  • No incluyas el IVA en el importe a pagar.
  • Añade una mención expresa relativa a la normativa aplicable a la operación, como: “Operación con inversión del sujeto pasivo conforme al artículo 84.Uno.2º de la Ley 37/1992”. No es obligatorio utilizar exactamente esta redacción como en el ejemplo, también se permiten otras formulaciones.

Aunque la factura esté exenta de IVA, los importes correspondientes deben declararse en el modelo 303 del IVA, dentro del apartado de Información adicional en las casillas específicas para operaciones con inversión del sujeto pasivo (casillas 120 a 124, según el tipo de operación). Además, dichas operaciones también deben reflejarse en el resumen anual del IVA, en el modelo 390, en los apartados destinados a operaciones con inversión del sujeto pasivo.

Ten en cuenta que el mecanismo de inversión del sujeto pasivo también puede aplicarse en terceros países fuera de la UE. Al tratarse de facturas emitidas a otros países puede convenir redactar la mención en inglés utilizando formulaciones como “VAT due to the recipient” o “Recipient is liable for VAT”. Asimismo, puedes incluir la mención en el idioma local del país correspondiente. En esta tabla se presentan algunos ejemplos del término en diferentes idiomas:

País Denominación
Bulgaria обратно начисляване
Dinamarca omvendt betalingspligt
Estonia pöördmaksustamine
Finlandia käännetty verovelvollisuus
Francia, Bélgica, Luxemburgo Autoliquidation de la TVA
Grecia Αντίστροφη επιβάρυνση
Reino Unido, Irlanda Reverse Charge
Italia inversione contabile

Importante: además de esta indicación y los datos obligatorios, una factura emitida a otro país de la UE debe incluir tanto el número de IVA del proveedor como el del receptor del servicio o producto. Es fundamental asegurarse de no incluir el IVA en una factura con inversión del sujeto pasivo, ya que por costumbre esto podría hacerse de manera inadvertida.

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