¿Quieres presentarte como candidato a una oferta de empleo? Entonces lo más seguro es que estés preparando todos los documentos solicitados, que normalmente incluyen un curriculum vitae actualizado, certificados y titulaciones y, según el caso, pruebas escritas. Puede que también estés pensando en reforzar tu candidatura con una carta donde, de una forma más personal, te dirijas al departamento de recursos humanos para darte a conocer mejor. A pesar de que el documento más importante de tu solicitud sigue siendo el currículum, con una carta de presentación personalizas tu candidatura y subrayas las cualidades que te convierten en el candidato idóneo para el puesto.
Antes por correo postal, hoy de forma telemática, los candidatos envían sus solicitudes enmarcadas en unas ciertas pautas formales. Mientras que el curriculum vitae se restringe a datos y fechas, la carta de presentación precede al resto del porfolio con un texto que puede permitirse ciertas licencias, si bien siempre dentro del marco de la carta formal, como veremos más adelante. Esta libertad implica, en efecto, un mayor esfuerzo, puesto que, si lo que se quiere es destacar de entre el resto de candidatos, esta carta deberá personalizarse, esto es, ajustarse al puesto solicitado. Para ello, será necesario dedicarse previamente a estudiar a la empresa y al sector, de modo que la carta de la impresión de estar bien informados. La carta de presentación es lo primero que leerá el departamento de recursos humanos, así que debe reflejar la motivación del candidato y su idoneidad para el puesto libre. No basta con copiar una plantilla de las muchas que se encuentran en la red. Todo lo que necesitas saber para escribir una carta de presentación lo encuentras en esta guía.