Aquellos que quieran hacer presentaciones eficaces deben conocer algunos recursos estilísticos y ser capaces de utilizarlos con sensatez. Si enriqueces tu oratoria con una buena retórica, lo que dices parecerá más interesante, sin tener que hacer ajustes en lo que respecta al contenido. De esta manera, podrás aumentar el valor de tu presentación haciéndola más entretenida y atraerás así la atención de tu público más fácilmente. Las figuras estilísticas más utilizadas en los discursos son las siguientes:
Aliteración
Si se enlazan términos que tienen el mismo sonido inicial, se crea una figura estilística conocida como aliteración. Tales combinaciones de palabras son pegadizas y despiertan la atención de la audiencia. Si resumes el contenido principal de tu presentación empleando una aliteración, la audiencia podrá recordarlo mejor.
Ejemplo: Mi mamá me mima
Anáfora
Una anáfora es la repetición de palabras específicas al principio de una frase o parte de una frase. Esta figura estilística no solo te ayuda a estructurar la presentación, sino que también asegura que el contenido de esta se recuerde con mayor facilidad por la audiencia.
Ejemplo: IaaaS le ofrece un paquete hecho a medida, IaaaS es escalable en cualquier momento - IaaS es el modelo del futuro.
Metáfora
En una metáfora, se utiliza un término que en realidad tiene un significado diferente, en un nuevo contexto. Se explica más fácilmente por medio de un ejemplo: Un pie es, como todos sabemos, una parte del cuerpo. En la frase “al pie de la montaña”, sin embargo, la palabra es llevada a un nuevo contexto. Por medio del empleo de metáforas, conseguirás que tu presentación sea más visual.
Ejemplo: Nuestro zumo de naranja, tu fuente de vitamina D
Sin embargo, ten cuidado, no abuses de este recurso estilístico, usa solo metáforas que sean fáciles de comprender. De lo contrario, puede ocurrir que el público no sea capaz de seguirte o, incluso, que tu actuación se vuelva involuntariamente cómica.
Clímax
El clímax aumentará el valor de tu presentación en términos de entretenimiento. Con este recurso estilístico conseguirás un incremento gradual de la atención de los espectadores pues irás de hechos menos significativos a más importantes.
Ejemplo: Con la nueva estrategia de marketing se conquista primero el mercado regional, luego el mercado nacional y en un futuro próximo también el mercado global.
Pregunta retórica
Las preguntas retóricas son aquellas que se hacen sin esperar respuesta. Por lo tanto, no sirven para obtener información, sino para despertar la atención del oyente pues provocan su aprobación o rechazo.
Ejemplo: ¿Saltarías de un avión sin un paracaídas?