El principio de Eisenhower te ayuda a mejorar la gestión de tu tiempo. Una priorización clara y correctamente definida permite que los proyectos más importantes se concluyan en primer lugar. El modelo es especialmente práctico para personas que ocupan puestos directivos porque su tiempo suele ser especialmente limitado y este método les permite, de forma sencilla, delegar tareas menos importantes en sus empleados. Esto presenta la ventaja de que los empleados estarán más involucrados en los procesos de trabajo de la empresa.
Sin embargo, el modelo cuenta con algunas desventajas. A menudo es difícil evaluar correctamente la importancia de una tarea y, como consecuencia de ello, puede ocurrir que se deleguen tareas importantes a los empleados equivocados y que, por lo tanto, no se cumplan satisfactoriamente. Por norma general, la urgencia se determina en función de los plazos establecidos para cada tarea. Esto supone que, si la tarea no cuenta con un plazo determinado para su realización, el empleado debe resolver por sí mismo qué es lo que debe considerarse como urgente.
Otro problema que puede darse es la distribución desigual de las tareas. Ya que los quehaceres importantes suelen ser urgentes y las tareas urgentes rara vez carecen de importancia, estos suelen concentrarse en pocas personas o departamentos. Es decir, estas tareas no pueden delegarse ni dejarse de lado.