Los empleados tendrán acceso al subsidio si cuentan con más de 360 días cotizados o carecen de rentas superiores al 75 % del salario mínimo interprofesional. No tendrán ningún derecho de indemnización al no tratarse de un despido definitivo.
Los empleados afectados por un ERTE tienen derecho a impugnarlo ante los juzgados si estiman que se ha cometido algún tipo de irregularidad. Además, deberán ser readmitidos en sus puestos una vez termine el expediente. Entre tanto, podrán solicitar la prestación por desempleo tanto si sus contratos han sido suspendidos, como si han visto reducida su jornada.
En situación de desepleo, el máximo que se puede percibir es de 1411,83 euros al mes si se tienen dos hijos o más. Es posible que la empresa y el trabajador acuerden algún tipo de complemento salarial, como están haciendo algunas empresas, que cubren hasta el 90 % o el 100 % del salario. El Gobierno ha garantizado que estas diferencias por hijo se respetarán en el abono de las prestaciones.