Incluir un albarán en una entrega de mercancías tiene muchas ventajas, entre ellas la de mantener la perspectiva sobre las entradas y salidas de envíos. Los albaranes de entrega, cuidadosamente numerados, no son en vano uno de los principales garantes del proceso de embalaje y envío. De la misma forma, la comunicación interna entre el departamento de contabilidad y el almacén se simplifican en gran medida, convirtiéndola en un proceso más eficiente. Por su parte, el receptor de la mercancía se beneficia del albarán en el sentido de que ayuda a verificar mejor la integridad de los bienes recibidos. Así, en caso de que el destinatario reciba un paquete incompleto, este puede reclamar su entrega fácilmente y sin complicaciones.
A diferencia de las facturas, los albaranes no están estipulados por ley. Por lo tanto, no existe ningún tipo de información obligatoria que se deba incluir. Sin embargo, para simplificar el proceso comercial entre tu empresa y tus clientes, es altamente recomendable incorporar estas notas de entrega a tu protocolo de venta. Recuerda que, en el remoto caso de una disputa legal, es fundamental que cuentes con un registro detallado de tus albaranes, pues pueden servir como un elemento de prueba (o si se quiere, como “evidencia”). La forma más fácil de crearlos es valiéndose de plantillas de albarán de entrega que, por lo general, son puestas a disposición de los usuarios por diferentes proveedores de forma gratuita.